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Estación ferroviaria de La Habana busca recuperar esplendor

Considerada una joya de la arquitectura, la restauración y rehabilitación de la sede comenzó en julio de 2017 e inicialmente se presupuestó un monto de 30 millones de pesos —alrededor de 1.2 millones de dólares—

Vista de la Estación Central de Trenes, en La Habana, Cuba.Estación ferroviaria de La Habana busca recuperar esplendor

Hace una década atrás, Ana María Mederos se bajaba en la icónica Estación Central de Trenes de La Habana procedente de su natal provincia de Villa Clara y miraba asombrada por primera vez las altas paredes descascaradas de la terminal, el pórtico con sus vitrales azules rotos y su abigarrada sala de espera. Entonces era una adolescente.

Hoy, con 27 años y ya recibida de ingeniera civil, Mederos tiene por trabajo cuidar que la estructura vuelva a la vida, calcular las cargas y la resistencia de los materiales, en el marco de una restructuración crucial del centenario edificio en medio de la pandemia del nuevo coronavirus.

“Tal vez suena un poco romántico, pero desde que me gradué hace cuatro años estoy trabajando aquí”, dijo a The Associated Press la especialista. “Nunca he querido desligarme de la obra, sé que en algún momento va a suceder, se va a terminar. Usaba la estación antes de comenzar la reparación y me encanta el lugar”.

Considerada una joya de la arquitectura, la restauración y rehabilitación de la sede comenzó en julio de 2017 e inicialmente se presupuestó un monto de 30 millones de pesos —alrededor de 1,2 millones de dólares--, aunque en aquel entonces una parte era pesos convertibles, en paridad con la divisa estadounidense y una moneda que desapareció en enero.

Pero como sucede con obras de esta magnitud los tiempos y las cifras se disparan, indicó a la AP Dalia Aguilar Arévalo, la directora de inversiones de la Empresa Ferrocarriles de Occidente. Ella prefirió no especular sobre el costo total de esta “millonaria” tarea.

“Significa recuperar los valores patrimoniales, la historia de la ciudad y socialmente también un impacto grande para la zona a donde está enclavada en la Habana Vieja y por el servicio que brinda como estación central de ferrocarriles que enlaza las estaciones del resto del país”, expresó Aguilar.

Inicialmente se hicieron los estudios y el proyecto, luego se paró la operación de los trenes para comenzar, pero posteriormente llegó la pandemia del nuevo coronavirus y la obra también sufrió, aunque nunca se frenaron las acciones constructivas.

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| Un trabajador se toma un descanso en las vías de la Estación Central de Ferrocarriles.



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