‘Esperan sentados’ a que los empleen

El encontrar trabajo se hace de manera diferente son los clientes los que llegan a los albañiles y en cuestión de minutos tratan el pago y se van con un nuevo proyecto.

Los hombres arriban con su mochila que lleva herramientas o en su caso alguna comida que les prepararon, se sientan en la banqueta, otros ocupan algún cartón para descansar mientras llega el trabajo.

Algunos esperan entre una hora o dos, o un poco más, pero al final de cuentas llegan ciudadanos que buscan sus servicios y en cuestión de segundos pactan el pago, se suben al auto y se retiran para empezar a trabajar.

“Le dije que aquí nos cae el trabajo, rápido, aquí estamos para los que deseen algún servicio, pueden acudir, aquí estamos listos para trabajar”, explicó un albañil.

Los hombres aguantan entre el calor infernal, con el viento seco, con el frío o con la lluvia, todo por lograr que los contraten para construir o hacer alguna reparación en los hogares.

Una ‘chambita’. En la calle Luxemburgo, en la colonia Beatty, todos los días hay albañiles y ayudantes listos para trabajar.