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Siempre deseada

La atractiva costa de Oaxaca tiene todo para disfrutar de una extraordinaria estancia

Colorado, EU

Carrizalillo es la playa ideal para aprender a surfear.Siempre deseada

En la atractiva costa de Oaxaca hay espacio para todos. Ahí se dan cita aventureros que quieren montar olas sobre coloridas tablas de surf, viajeros solitarios (nacionales y extranjeros) en busca de paradisíacos rincones para reconectarse con la naturaleza, parejas que desean entregarse al ambiente relajado de las playas y  grupos de amigos que hacen de una puesta de sol toda una celebración.

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Mucho que ver de fauna y vegetación.

CLIMA CÁLIDO

Tan cálido como acogedor, Puerto Escondido suele ser elegido por algunos viajeros como destino ancla. Desde ahí arman itinerarios y se desplazan para completar una visita por esta zona de Oaxaca.

Los lugareños recomiendan un paseo en lancha para ver, a la distancia, las playas que después se conocerán. Nada como refrescarse con la brisa marina y ver a las aves aterrizar en formaciones rocosas que emergen del mar.

El guía nos señala a Punta Zicatela, donde se concentran los surfers amateurs; luego está propiamente Zicatela, reservada para los surfistas consagrados. Posteriormente se ve la Bahía Principal, con sus lanchas de pescadores.

Al continuar con este paseo marítimo es posible avistar a Manzanillo y Puerto Angelito, dos calas donde las familias suelen ir a nadar entre pequeñas embarcaciones. Ahí abundan restaurantes que preparan delicias con la pesca del día. 

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Sentarte en primera fila para ver caer el sol, en el Hotel Posada Real Puerto Escondido.

A SURFEAR

Al aparecer Carrizalillo en escena, uno se entera de que es la playa ideal para aprender a surfear, mientras que en Playa Bacocho se viven conmovedores momentos puesto que hay un campamento tortuguero que brinda al viajero la oportunidad de ayudar a una golfina a ir mar adentro. 

Algo tienen estas playas que uno siempre quiere volver a ellas. Puerto Escondido sigue conservando su resplandor rústico debido, en parte, a que las grandes cadenas hoteleras se han demorado en llegar. La constante son los sitios para acampar, los hostales, las cabañas, los hoteles con aire boho-chic y aquellos administrados por familias,  como Casa Losodeli que, en tiempos de pandemia, se han convertido en el hogar de nómadas digitales.

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Un paraíso de bellos manglares.

PARADA OBLIGADA

Por otro lado, siguen siendo obligatorias las visitas al Adoquín -famosa arteria plagada de tiendas artesanales, bares, restaurantes-, y a los desenfadados bares de Zicatela, en los que no falta un buen mezcal.

Escaparse a destinos cercanos es igual de ineludible. Hay quienes deciden caminar por la playa nudista de Zipolite, otros van a descubrir la magia de Mazunte y unos más observan el fenómeno de la bioluminiscencia en la Laguna de Manialtepec. 

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Observar el fenómeno de la bioluminiscencia en la Laguna de Manialtepec.



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