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Mágico, colorido y festivo

Playas, campos, desiertos y montañas se suman a la riqueza de nuestro país

Ciudad de México

Las Dunas del Mogote, en La Paz, ubicadas a unos 40 minutos en auto.Mágico, colorido y festivo

Mágico, colorido, festivo, diverso y suculento... así es México. A la belleza de sus playas, campos, desiertos y montañas se suma la riqueza de sus parques nacionales, áreas naturales protegidas y Reservas de la Biosfera. También hay que añadir el legado cultural de sus museos, sitios arqueológicos, íconos arquitectónicos y Ciudades Patrimonio. Y para que el resultado de la ecuación sea perfecto, es necesario agregar la nutrida oferta que se halla, tanto en mercados como en Pueblos Mágicos, así como la cálida hospitalidad con la que se recibe a los viajeros. 

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Son varios los destinos icónicos que desde siempre han atraído a viajeros nacionales y extranjeros, pero hay otros recovecos que se prestan para evadir al turismo de masas y en los que vale la pena planear unos días de descanso. 

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  • Las vinícolas de valles, como el de San Antonio de las Minas o de Guadalupe y que forman parte de la Ruta del Vino, en Baja California.

GRANDES PAISAJES

Los viajeros que gustan practicar turismo fotográfico pueden encontrar paisajes que, además de esplendor, resguardan un importante legado. Tal es el caso de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán que, enclavada en los estados de Puebla y Oaxaca, es un sitio enigmático donde confluyen la riqueza biológica, geológica, cultural e histórica. 

De igual forma, está la opción de darle la vuelta a la cotidianeidad y convertirse en un cazador de amaneceres en Xochimilco o de sublimes atardeceres y anocheceres en el parque nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl. 

Por otro lado, quienes deciden visitar poblados como Tequila o Amatitán, en Jalisco, suelen quedar sorprendidos con el panorama. No por nada, el paisaje agavero y las antiguas instalaciones industriales de Tequila fueron distinguidas por la UNESCO como Patrimonio Mundial en 2006.

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  • La isla de Holbox, en Quintana Roo, tentadora alternativa.

PARA AVENTUREROS

Los más aventureros, quizá, opten por hacer sandboarding en las Dunas del Mogote, ubicadas a unos 40 minutos en auto en La Paz, Baja California Sur. 

Los enoturistas pueden decantarse por conocer los procesos de elaboración y enamorarse de los paisajes que brindan las vinícolas de valles, como el de San Antonio de las Minas o de Guadalupe y que forman parte de la Ruta del Vino, de Baja California. 

Apoyar a la economía local, oír historias de los lugareños y perderse por las angostas arterias de un algún Pueblo Mágico son tareas que no le pesan a un trotamundos con sed y hambre de viaje. ¿A quién no se le antoja callejear por Malinalco, en el Edomex, o por Cuetzalan, en Puebla?

No obstante, si lo tuyo es hallar un destino de playa que aún mantenga un aire virginal, la isla de Holbox, en Quintana Roo, es una tentadora alternativa que no te decepcionará.

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  • Para relajarte, Holbox no te decepcionará.

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  • Más allá de los grandes resorts hay señoriales haciendas, como la de Katanchel, en Yucatán.



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