Entretenimiento en casa

Monterrey, N.L.

Cuando tienes a dos de los monstruos más emblemáticos de la historia del cine, enfrentados en una batalla épica, lo único que puede resultar con ello es una gran pieza de entretenimiento.

La verdad, la trama de los humanos sale sobrando, cuando Godzilla y Kong se apropian de la pantalla.

Dirigida por Adam Wingard, esta tercera entrega de la serie fílmica iniciada en 2014, es superior a sus antecesoras en cuestión de espectacularidad y diversión.

En la sencilla trama se muestra la intervención humana en el conflicto de las gigantescas criaturas, con el consabido giro argumental que pone en escena a una nueva amenaza.

Puede resultar incluso predecible y los personajes poco memorables, más bien están ahí de adorno, pero la verdad eso pasa a segundo término ante lo impecable de la producción, el despliegue técnico de efectos especiales y la magnificencia de las secuencias de “monstruosa” acción.

Así que apague la luz, súbele al volumen, prepara las palomitas, tu bebida favorita y disfruta de la verdadera pelea del siglo: Godzilla Vs. Kong.

INQUEBRANTABLE

Sin duda la historia de Louis Zamperini merecía ser llevada a la pantalla grande, ya que es uno de esos relatos que muestran la fuerza del espíritu humano y resultan inspiradoras. Zamperini fue un atleta que compitió en las Olimpiadas antes de pelear en la Segunda Guerra Mundial, donde fue capturado por los japoneses y tuvo que estar en un campo de prisioneros. Angelina Jolie, en su faceta de directora, logra una cinta técnicamente impecable. Entrega en su segundo largometraje un filme que deslumbra visualmente y que tiene un sonido y unos efectos especiales espectaculares. El problema es que tanta virtuosidad técnica no se traslada a darle al filme la emotividad que necesitaba y se siente hasta cierto punto medio frío. Jolie se centra tanto en la tortura psicológica y física que experimenta el personaje durante la segunda parte de la cinta, que se siente repetitiva. Pese a eso, es tan sorprendente que es materia obligada para los fans del periodo histórico.

SÚPER ENGÓRDAME

Un irreverente vistazo a la obesidad del norteamericano, provocada por la obsesión a la comida chatarra, es lo que presenta el documentalista Morgan Spurlock. Su filme, nominado al Óscar a Mejor Documental, sigue al cineasta en un experimento: ver cuánto daño puede hacer a su organismo si realiza todas las comidas del mes en McDonald’s. 

     El resultado asusta. Ya que además de subir de peso, su salud se deteriora por consumir comida rápida todo el mes. Y no es que la cinta sea un ataque contra la cadena de hamburguesas más famosa del mundo, es sólo que para probar su punto se aprovecha de la fama de los locales de la gran M. 

      Es interesante la cantidad de información estadística sobre la obesidad, e independientemente de que sea o no fan de la comida rápida, el realizador muestra datos que te dejan helado. 

      Lo más fascinante es la manera en que el cineasta logra informar y al mismo tiempo entretener y hacer reír con sus ocurrencias, muy al estilo de Michael Moore, que se pone en el centro de la acción.