Entregan a domicilio con el fin de subsistir
Mayo 10, 2020 -
Aunque se cobra un extra por cada pedido, la cartera de clientes de este negocio ha crecido rápidamente
El coronavirus ha traído bajas ventas, crisis económica y despidos para la mayoría de las empresas en Reynosa, pero no para una tienda de abarrotes de la colonia Unidad Obrera, que aprovechó que la población permanece en casa para agregar un extra a sus servicios y llevarlos directamente a domicilio.
Aunque se cobra un extra por cada pedido, la cartera de clientes de este negocio ha crecido rápidamente. Anastasio Castillo, administrador de “Minisuper-Mara”, explicó que la idea surgió tras ver una película.
“Me llamó la atención que en una película se usaban bicicletas y motos para incrementar las ventas, el coronavirus estaba comenzando a afectar, yo no quería ser una cifra más, entonces pensé en buscar gente que pudiera llevar los pedidos, lo pusimos a prueba y ha gustado, la verdad es que mi comercio ha crecido mucho”.
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Desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche parten los repartidores en motocicleta o en bicicleta, llevan huevo, leche, galletas, frituras, verduras, alimentos enlatados, tortillas, pan, frijoles, pastas, bebidas y otros artículos de la canasta básica.
La forma de comunicación entre los clientes y Anastasio es a través del celular, en grupos de mensajería instantánea, directamente por llamada o por las redes sociales. ”El cliente nos va diciendo que es lo que quieren, hacemos su cuenta, ellos nos dan su domicilio y nosotros se lo llevamos sin la necesidad de que ellos salgan, buscamos la comodidad, que estén seguros, principalmente ahorita por la contingencia, en un día tenemos hasta 120 pedidos”.
Al recibir un pedido, Anastasio busca los productos, los entrega al repartidor y en cuestión de 5 minutos, incluso menos dependiendo de la distancia el cliente los recibe, luego paga por el servicio.
El sistema es preferido incluso por aquellos que solían acudir a las cadenas de autoservicio. ”Nosotros cobramos una cuota simbólica fija por cada pedido, no hay un mínimo, puede ser desde una bolsa de pan, un refresco, hasta una despensa completa, lo que el cliente quiera, de ahí sale para darle al repartidor y darle mantenimiento a los vehículos”.
Detrás del mostrador, se observa el monitoreo con el celular, las alertas suenan cada minuto, son los clientes ansiosos de hacer un pedido.