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EL REPARTO DE TELEVISORES, CON TUFO A CORRUPCIÓN

La adquisición para reparto gratuito de 10 millones de televisores como parte de la política de transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) se ha convertido en una auténtica caja de sorpresas por los presuntos actos de corrupción, los sobreprecios y la ineficacia en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Hasta ahora, la mayoría de las licitaciones ha beneficiado a sólo siete empresas de tecnología, entre ellas Diamond Electronics, con sede en Tijuana.

México, D.F.

EL REPARTO DE TELEVISORES, CON TUFO A CORRUPCIÓN

En el gobierno federal se analiza ya la posibilidad de posponer ese apagón ante “la pésima planeación” de la SCT y las críticas que se han generado por los sobreprecios de hasta 20% en la reciente compra de 3.6 millones de televisores digitales, según informes internos obtenidos por Proceso.

El costo total de la reciente adquisición de 3.6 millones de televisores fue de 8 mil 500 millones de pesos, de los cuales 8 mil 127 fueron para una sola empresa: Comercializadora Milenio, en participación conjunta con Diamond Electronics S.A. de C.V.

Esta misma sociedad Comercializadora Milenio-Diamond Electronics ganó en mayo de 2015 otra licitación para 2 millones 657 mil televisores digitales por 6 mil 231 millones de pesos, para el reparto de aparatos en los estados de México, Puebla, Tlaxcala y el Distrito Federal, junto con las compañías DDCam México, Grupo HTCJ & Asociados, Teletec de México y Tiendas Soriana.

Comercializadora Milenio-Diamond, junto con Grupo HTCJ y Teletec, fueron las mismas que ganaron la primera licitación, en abril de 2014, para adquirir 120 mil televisores de 24 pulgadas que se repartieron en Nuevo Laredo y Reynosa.

Comercializadora Milenio fue creada en mayo de 1994 y desde entonces la dirige Augusto Arriaga Abraham. De acuerdo con testimonios recabados por Proceso entre proveedores de tecnología de Tijuana, Arriaga presume buenas relaciones con Diego Fernández de Cevallos, excandidato presidencial y senador panista, y con Héctor Osuna, presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) en el sexenio de Felipe Calderón.

A su vez Diamond Electronics tiene apenas 230 empleados y se dedica a fabricar componentes electrónicos. Se fundó en 2000 y, de acuerdo con su página oficial, su principal ejecutiva es Martha Laura Sodi García.

El Grupo HTCJ, representado por Juan Pablo Martínez Martínez, está asociado a la compañía taiwanesa Foxconn, que originalmente no se dedicaba a la maquila de televisores digitales, sino de componentes para Apple. Foxconn se instaló en 2003 en Ciudad Juárez y desde 2009 inició operaciones en el complejo industrial de San Jerónimo, Chihuahua.

El sobrecosto de los equipos también ha generado una serie de inconformidades entre los enterados de este gran negocio de la compra de televisores digitales que rebasará los 20 mil millones de pesos.

En julio de 2013 el entonces subsecretario de Comunicaciones, Ignacio Peralta, afirmó que se invertirían 18 mil 760 millones de pesos para la TDT, pero en septiembre de 2014 la propia SCT admitió, en el fallo de la licitación LA009000987-N73-2014, que la secretaría compró 25% más caros los televisores en la segunda etapa del programa.

El costo por cada televisor en la segunda etapa pasó de mil 900 a 2 mil 200 pesos, pese a que el volumen aumentó significativamente.

Para la reciente licitación, la del 28 de agosto de 2015, la SCT compró los aparatos a 2 mil 312 pesos más IVA. Es decir, 20% más que el año pasado, según el documento oficial LA-009000987-T67-2015. Esta vez participaron 17 empresas, pero sólo dos ganaron. Las mismas de las veces anteriores.

La Presidencia de la República tuvo que admitir el retraso en el reparto de más de 10 millones de televisores que llevan escrito el lema gubernamental “Mover a México”. Las cifras del tercer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto indicaron que hasta el pasado 31 de agosto apenas se había cubierto 46% de la entrega del total; es decir que sólo se beneficiaron 5 millones 300 mil hogares.

El plazo límite para el reparto de televisores y el apagón analógico, fijado por la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, es el 31 de diciembre de este año. Sin embargo, sólo se han dejado de transmitir señales analógicas en 20 estaciones de televisión de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, Tamaulipas; en Tijuana y Mexicali, Baja California, y 12 estaciones adicionales en Tecate, Baja California y Ciudad Juárez, Chihuahua.

El mayor rezago se encuentra en las zonas centro, sur y sureste del país. En septiembre, según la SCT, se prevé repartir televisores digitales en Coahuila, Durango, Estado de México, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

CONJURA DIGITAL

El cambio fundamental en la política de TDT fue determinar, ya durante el actual sexenio, que en lugar de repartir decodificadores –siete veces más baratos– se distribuirían en todo el país televisores digitales para eliminar el rezago.

También se determinó que este reparto no lo realizara el IFT, como lo hizo su antecesora, la Cofetel, en Tijuana el sexenio pasado, sino la SCT.

Mony de Swaan, último presidente de la Cofetel, calificó de “incongruente” esta decisión y consideró que la TDT es una “historia de tibios compromisos, incongruencias y políticas públicas que invariablemente se someten a intereses políticos y económicos. Los beneficios de la TDT son tantos como los intereses empresariales que afecta”.

En su texto ‘La Transición Digital Terrestre y la incongruencia nacional’, entregado a Proceso, De Swaan recordó que la transición se inició en 2004 con la promulgación de la política correspondiente. En 2010 apenas había 1% de penetración de televisores digitales.

Ese año Calderón emitió un decreto para fijar como plazo definitivo para el apagón analógico el 31 de diciembre de 2015 y estableció la posibilidad de subsidiar dispositivos de recepción (decodificadores) entre los segmentos menos favorecidos de la población.

“Ahí las aguas se enturbiaron, los intereses económicos buscaron voceros y el Congreso se prestó para presentar una controversia constitucional en supuesta defensa de facultades de un regulador que nunca antes le interesó defender”, afirmó De Swaan.

En esa ocasión, PRI y Partido Verde acusaron a Calderón de querer influir en las elecciones locales del Estado de México (2011) y en las federales de 2012 “regalando televisores”. A pesar de eso, en medio de una severa polémica a la cual se sumó una cobertura crítica de Televisa y TV Azteca, la Cofetel operó el apagón analógico en Tijuana.

En este gobierno, advirtió De Swaan, “los papeles se han invertido”. Ahora son los delegados de la Sedesol los que explican que ‘Mover a México’ no es propaganda gubernamental, sino “la marca” del televisor. Y en el Congreso, los legisladores del PRI y del Partido Verde han aplaudido “un gasto que ayer calificaban de dispendioso y ofensivo”.



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