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El Penacho debe volver.- activistas

Recorriendo los pasillos del Weltmuseum de Viena, los visitantes hacen un viaje en el tiempo a través de estatuas, joyas, armas y pinturas de todo el mundo

Pero, al llegar a la Sala de Mesoamérica, destaca un valioso y anhelado tesoro mexicano, esplendoroso; inclinado sobre un fondo negro, con sus largas plumas verdes de quetzal y sus incrustaciones de oro luciendo detrás de una enorme vitrina, completamente inamovible de la primera planta del recinto, y, abajo, a la derecha, una definición que parece quedarse corta: "El penacho del México antiguo".

El Penacho debe volver.- activistas

"Para nosotros, los aztecas, esta corona es portadora de fuerza, poder y sabiduría del soberano Moctezuma Xocoyotzin. Por eso lo queremos de vuelta. Debe de regresar a México, a donde pertenece", reclama Gómora, quien desde hace 40 años impulsa tal petición, y cuya voz ha resonado clandestinamente al interior del recinto austriaco desde enero pasado a través de Audioguías de la verdad.

Se trata de una iniciativa de un grupo de ciudadanos, artistas y comunicadores liderados por Sebastián Arrechedera y Yosu Arangüena, quienes, en una suerte de hackeo o intervención, ingresaron al museo vienés y sustituyeron casi 50 audioguías originales por réplicas con "una versión de la historia contada por los herederos de los que sufrimos la invasión europea", tal como se escucha decir a Gómora.

"Introdujimos nuevas audioguías, réplicas exactas de las que están ahí, donde está todo exactamente igual, excepto por el audio de cuando te paras frente al Penacho de Moctezuma", detalla en entrevista Arrechedera, documentalista y creador de contenidos originario de Venezuela.

"Lo que queríamos era contar esta historia, entonces compramos audioguías del mismo distribuidor, de la misma compañía que hace las audioguías para este y muchos otros museos más, y de ahí le cambiamos nada más el audio. Y cuando te pones enfrente de la corona, no oyes la versión del museo, oyes la versión de Xoko", refrenda Arangüena, comunicador dedicado al mundo de la publicidad.

Ideado hace dos años con la sola intención de hacer algo en favor de México, este proyecto es acompañado por una petición en Change.org: "Que vuelva la Corona de Moctezuma a México. Encontremos cómo transportarla", y la cual suma más de 10 mil 500 firmas, consiguiendo hacer ya eco internacionalmente.

Esto en buena medida gracias a que el 26 de enero pasado, Petra Bayr, miembro del Parlamento austriaco, presentó una moción para reabrir las evaluaciones y determinar si con los avances tecnológicos se podría lograr transportar a México la corona de manera segura.

"Nuestra petición en Change lo que plantea es que sea una comisión independiente sin ningún tipo de intereses la que evalúe y haga esto, y es lo mismo que pide la congresista Bayr cuando dice que evaluemos si existe la posibilidad, con la tecnología de hoy en día, de que se pueda transportar", expresa Arrechedera.

Ya en octubre de 2020, la historiadora Beatriz Gutiérrez, esposa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, realizó una visita para tratar de obtener en préstamo la afamada pieza, motivo de disputa diplomática en diversos momentos entre Austria y México, con el objetivo de exhibirla en el País durante el Bicentenario de la Consumación de la Independencia, en 2021. 

A lo que el curador de las colecciones de América del Norte y Central del museo, Gerard van Bussel, respondió descartando la posibilidad de un viaje trasatlántico por la fragilidad de sus materiales, tal como lo dijera antes el anterior director del recinto, Steven Engelsman. 

"Lo que saldría de Viena sería el Penacho; lo que llegaría a México sería una pieza totalmente destruida", advirtió Engelsman en 2017.

A opinión de los impulsores de Audioguías de la verdad, el Weltmuseum -que apenas hace unos días se enteró de la circulación de las audioguías intervenidas, y respondió con apertura reconociendo el carácter artístico de la iniciativa-, tiene un interés de que la pieza se quede en Viena, donde es exhibida como su atractivo principal, además de que hoy en día está valuada en 50 millones de dólares. 

"Al haberse abierto esta posibilidad (con el Parlamento), creo que ahora sí ya le toca de pronto, desde mi punto de vista, a las partes interesadas del Gobierno. Incluso a la UNAM, me gustaría oírla llegar y dar unas declaraciones sobre el tema", comenta Arrechedera. 

"A nuestros científicos, nuestros antropólogos, a las autoridades que se han formado con las universidades mexicanas. Hay muchos expertos en el tema, seguro que deberían, para mí, levantar su voz y decir algo". 

A final de cuentas, tanto Arangüena como Arrechedera, quienes planean contar toda esta experiencia a través de un documental aún en proceso, están convencidos de la importancia y necesidad de que regrese al País aquello que para los europeos puede no representar más que un objeto "bonito, antiguo y exótico". 

"Quitando toda la política que hay detrás de la corona, todo el asunto y gente que luego en redes dice: 'Ay, no, está mejor allá que acá'. Que a mí me choca que digan eso, se me hace un pensamiento tristísimo; o el 'Me vale madre, a mí no me importa'. Son cosas nuestras, ¿por qué no la quisieras acá?", cuestiona Arangüena.  

"Creo que las piezas significan más en otro lugar, y no tiene nada de malo. No es que tenga algo malo Austria, llegó por casualidad ahí también. Pero no es lo mismo, creo, verlo en (el Museo Nacional de) Antropología que en el Weltmuseum; no significa lo mismo, no va a significar nunca lo mismo. Es de aquí, es de acá".



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