‘El nuevo ciclo de El Niño se intensificará este fin de año’
Sera uno de los más intensos desde 1950, anunció la OMM
Ginebra, Suiza
El fenómeno meteorológico denominado El Niño se intensificará entre octubre de 2015 y enero de 2016, por lo que el evento podría convertirse en uno de los cuatro más fuertes desde 1950, alertó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“La mayoría de los modelos internacionales sobre la probable evolución del clima sugiere que el episodio de El Niño de 2015/2016 se intensificaría todavía más antes del final del año”, afirmó la OMM en su más reciente informe.
“Las previsiones de los modelos y las opiniones de los expertos sugieren que es probable que las temperaturas de la superficie del agua en las partes central y oriental del Pacífico tropical aumenten 2°C por encima de lo normal”, añadió.
Esto “podría hacer que se convierta en uno de los cuatro episodios más fuertes de El Niño desde 1950 (1972/1973, 1982/1983, 1997/1998)”, subrayó el organismo de Naciones Unidas, con sede en Ginebra.
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Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y otros organismos seguirán vigilando las condiciones en el Pacífico tropical que puedan dar lugar a un nuevo episodio de El Niño y evaluarán sus efectos más probables a nivel local, agregó.
Observó que durante agosto, las temperaturas de la superficie de las partes central y oriental del Pacífico tropical se situaron entre 1.3° y 2.0° C por encima de lo normal, superando los umbrales de El Niño en aproximadamente un grado, lo que indica que la intensidad del actual episodio de El Niño “es muy significativa”.
La intensidad máxima de los episodios de El Niño suele registrarse a finales del año.
Los indicadores atmosféricos de El Niño se han manifestado de forma coherente y se han intensificado durante los últimos meses.
Las clásicas características de nubosidad y precipitación de El Niño cerca o al este de la línea internacional de cambio de fecha, observadas durante el segundo trimestre de 2015, se han confirmado, al igual que el debilitamiento de los vientos alisios de las partes occidental a oriental y central del Pacífico.
La nubosidad y la precipitación desempeñan una función central en el desencadenamiento de los impactos climáticos de El Niño a escala mundial, señaló.