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El camino es duro... y logran ¡el sueño!

Madre e hijo hondureños miran el cielo desde un avión, cuando días antes caminaban entre el lodo del río Bravo, cruzar a Texas, entregarse al CBP y luego volar a su destino

Harlingen, TX.

A bordo de un tren entre terminales del Aeropuerto Internacional George Bush, el miércoles 24 de marzo de 2021, en Houston.El camino es duro... y logran ¡el sueño!

Hace unos días, Yancarlos Amaya caminaba entre la fangosa orilla de un río después de haber cruzar el río Bravo y llegar al lado estadounidense de la frontera con México. Su madre, Celestina Ramírez, de 28 años, dijo que se entregaron a los agentes de la Patrulla Fronteriza y posteriormente pasaron varias horas bajo custodia, una noche debajo de un puente y tres días más en un centro de detención. 

Ahora, iban abordo de un vuelo de Harlingen, Texas, con destino a Houston, y posteriormente tomarían un vuelo de conexión a Baltimore, donde vive la familia de su hermano. 

Aunque viajar en avión parecía un lujo en comparación con su viaje a través de Centroamérica y México y un centro de detención para migrantes, Ramírez seguía nerviosa debido a que era su primera vez viajando en avión. Tampoco había visto a su hermano en más de una década. 

“Ya van 14 años que no nos vemos”, dijo Ramírez. Tenía apenas 14 años cuando su hermano dejó Honduras. 

Su hermano, Marco Ramírez, y otros familiares los esperaban en Baltimore. Cuando Yancarlos se subió a la pasarela móvil del aeropuerto, se tomó de la barandilla, sorprendido de que también se movía. 

“No había visto yo esto”, dijo mientras se agachaba para poner sus manos sobre la superficie móvil. 

Celestina Ramírez dijo que se sentía más tranquila al estar con su familia mientras pasaba por los procedimientos de asilo de Estados Unidos. Su hijo cumple 6 años en septiembre, y muchas familias con niños un poco mayores que Yancarlos han sido expulsadas bajo una orden implementada por el gobierno del expresidente Donald Trump que está relacionada con la pandemia de coronavirus y que el mandatario Joe Biden ha mantenido vigente. 

“Ya está aquí gracias a Dios. El camino es muy duro. Son muchas barreras”, comentó Marco Ramírez. Estoy “muy contento porque ya la tenemos acá cerca de la casita”, señaló.

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Celestina Ramírez, migrante de Honduras, besa a su hijo Yancarlos Amaya, de 5 años, durante un vuelo con destino a Houston.

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La madre e hijo se dirigen a Baltimore para reunirse con el hermano de Ramírez, obtuvieron permiso de permanecer en Estados Unidos.

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Yancarlos aplaude mientras se prepara para tomar un vuelo por primera vez con su madre en el Aeropuerto Valley, en Harlingen.

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Celestina abraza a su hermano Marco luego de reunirse en el Aeropuerto Thurgood Marshall de Baltimore-Washington, en Linthicum, Maryland.

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Celestina Ramírez busca su asiento en un avión junto a su hijo Yancarlos Amaya.

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El niño mira por la ventana un avión de United Airlines que lo transportará a él y a su madre.
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Abrazados por el hermano en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore-Washington, en Linthicum, Maryland.



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