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EL BOXEADOR DEL MOMENTO

A Jesús “El Suave” Paredes apenas le está cayendo el veinte de lo que significó para el boxeo de Reynosa (amateur) la medalla de oro que ganó hace unas semanas en el Festival Olímpico 2019

Jesús “El Suave” Paredes, peleador del Gimnasio Manzanares, acabó con una sequía de más de 30 años, y no es que esta frontera no haya tenido buenos pugilistas en todo ese tiempo, el problema es que ninguno había sido capaz de subir a lo más alto en un podio nacional.    

EL BOXEADOR  DEL MOMENTO

Antes de dar su primera respuesta, recuerda que para colgarse éste oro, tuvo que tropezar en un par de ocasiones y levantarse más fuerte, es decir, le consta que el que persevera alcanza.   

“Muy contento por el logro que se tuvo, desde el 2017 estuve buscándolo pero nos eliminaron, el 2018 fuimos al nacional en Chihuahua pero nos alcanzó para un bronce, eso me impulsó más para ir a este evento y ahora si gracias a Dios gané”, comenta el campeón asomando apenas una tímida sonrisa.  

La medalla de oro que ahora cuelga de su cuello agarra todavía más valor luego de contarnos la historia que hay detrás. Una travesía de poco más de 16 horas por carretera, en el taxi de su papá Don Carlos Paredes, quien manejó con gusto hasta Oaxtepec, Morelos con tal de ver a su hijo feliz.  

Luego de este gran triunfo, más curiosidad causa su apodo, ¿Por qué “El Suave”? … si sus puños dicen todo lo contrario.  

“Fue mi entrenador, el señor Manzanares, apenas empezaba yo a entrenar y un día nos puso a correr, yo andaba como con flojera y no traía muchas ganas y me dijo, ¡te voy a poner el suave porque corres y todo lo haces así muy suavecito! y luego ya toda la gente me empezó a decir así”, relata con muy buen humor. 

Paredes asegura que después de la medalla sigue siendo el mismo joven soñador de la Colonia Rincón de las Flores, lo único que cambió es que ahora la gente lo reconoce más.  

“Nada de eso (no se cree mucho), siempre como cuando comenzamos en esto, con la ilusión, ahora vamos por más, el otro año vamos al Elite de Primera Fuerza y queremos otra de oro, sigo con la misma hambre”, afirma.   

El box llegó a su vida como un pasatiempo, pero pronto se convirtió en la pasión de toda su familia. Jesús lleva 4 años tirando golpes, pero no se avoraza, prefiere ir paso a paso y en sus planes aún no está saltar al profesionalismo porque tiene muy claro que primero representará a México. 

“Tal vez boxear así unos tres años más, estoy más motivado y primero Dios mi sueño es ser parte de la selección mexicana, quiero representar a mi país y porque no participar en unos Panamericanos”, explicó el boxeador tamaulipeco que ostenta un récord de 33 triunfos y solamente 6 derrotas. 

El “Suave” está entregado en cuerpo y alma al deporte de los puños. A diario se levanta a las 6:40 de la mañana para entrenar, luego se va a trabajar a la fonda de su abuelita y por las tardes regresa al gimnasio Manzanares. Recién terminó la preparatoria abierta pues sabe que el estudio también es importante en la vida. 

Acepta que es un chavo un poco introvertido, los domingos se la pasa en su cuarto descansando, viendo películas y comiendo una hamburguesa para romper la rigurosa dieta.  

Es de guardia derecha pero también le encanta pegar con la zurda. Su ídolo es Juan Manuel Márquez, pero también le gusta lo que hace “El Canelo” arriba del ring. 

Localmente admira a Néstor “El Tigre” Garza y a sus compañeros y amigos Luis Olarte y Hugo Castañeda.  

La carrera de Jesús “El Suave” Paredes apenas comienza. Vendrán más triunfos y también derrotas pero a sus 17 años ya se ganó un lugar en la historia del boxeo reynosense. ¡Ojalá que las autoridades municipales le reconozcan esa hazaña!



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