Ejecutan a un administrador de antros
Noviembre 13, 2018 -
La ejecución de un administrador de bares, a bordo de su vehículo y posterior persecución policíaca de asesinos que lo acribillaron, provocó alarma ayer en una zona comercial del oriente de San Nicolás
Monterrey, N. L.
La alerta de riesgo se registró a las 9:25 horas en la avenida Rómulo Garza, esquina con el Anillo Vial Juan Pablo Segundo, según informó la Secretaría de Seguridad nicolaíta.
El fallecido fue identificado como: Santiago Aarón Urbina Arellano, de 34 años, quien conducía un auto negro Óptima, el cual quedó con múltiples orificios de bala en cristales y carrocería.
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Urbina Arellano era licenciado en administración de empresas; director general del antro “La Kaprishosa”, del sector Linda Vista, de Guadalupe, y gerente de otro local, “Ambia Social Club”, recientemente inaugurado en el Barrio Antiguo de Monterrey.
Según testigos oculares del ataque, el administrador hizo alto en el citado crucero al ponerse el semáforo en rojo.
Dijeron que fue cuando se emparejaron sicarios armados en un par de vehículos para rafaguearlo con armas largas.
Tras morir Urbina Arellano en el asiento de conductor, los homicidas escaparon por Rómulo Garza, en pleno corredor comercial de la zona La Fe.
Debido a que los testigos alertaron a policías de San Nicolás hubo una rápida persecución que los fugitivos evadieron.
Más tarde, agentes ministeriales recabaron datos de empleados de una gasolinera, quienes presenciaron la ejecución.
También se percataron del ataque armado decenas de automovilistas pero estos se retiraron atemorizados.
Mientras que dueños de locales comerciales y clientes escucharon las fuertes detonaciones y vieron a la víctima sin vida.
PISTAS
Las autoridades ministeriales mencionaron, que la primera línea de investigación sobre el caso podría ser una venganza de un grupo delincuencial, con relación a las actividades laborales de la víctima.
En la escena del crimen fueron encontrados medio centenar de casquillos de calibres 40 y 45.
Al lugar acudieron familiares y compañeros de trabajo de la víctima.
Ellos negaron que tuviera antecedentes penales o que en los bares que administraba hubieran recibido amenazas de cobro de piso o de otro tipo.
Puntualizaron que tenía su domicilio en la Colonia Pedregal de Santo Domingo, en San Nicolás.
Hasta el cierre de edición no habían sido capturados los asesinos, que escaparon en un auto Malibú y otro Attitude.
En tanto, eran sometidos a investigación los dueños de los citados antros y empleados.