Disfruta Paola ser maestra de compañeras
Alejandra Orozco llora con desconsuelo sobre el hombro de Paola Espinosa, sintiéndose culpable de que México se quedara este lunes sin el oro de la prueba de plataforma sincronizada femenina en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Espinosa y Orozco no pudieron superar la técnica y complejidad de los ejercicios presentados por las canadienses Meaghan Benfeito y Roseline Filion, medallistas de oro, y las brasileñas Ingrid De Oliveira y Giovanna Pedroso, ganadoras de la plata.
Las mexicanas conquistaron el metal de bronce, retrocediendo con respecto a la plata que conquistaron Paola y Tatiana Ortiz en Guadalajara 2011.
Se ha hecho una escena habitual en las competencias de los últimos tres años que Espinosa consuele a sus jóvenes compañeras de este ciclo olímpico. La maestra preparando su relevo con Alejandra y Dolores Hernández, chicas de 18 años que tienen la responsabilidad de mantener en alto la bandera de la famosa Escuela Mexicana de Clavados.
"Este deporte es de un aprendizaje constante, y tengo el privilegio de tener al lado a Paola", asegura Alejandra, mientras a su lado Dolores asiente con la cabeza y añade: "Ella es una maestra fantástica".
"De los errores se aprende", dijo a modo de consuelo la veterana Espinosa a su joven compañera, y más tarde, en la zona mixta, frente a la prensa, aseguró que "Ale y yo formamos una pareja consolidada. Esto de hoy es sencillamente una experiencia para perfeccionar nuestra rutina".
Paola insistió en que la mejor forma para foguear a sus jóvenes alumnas es la competencia misma.
"Necesitamos no tanto más entrenamientos, como más competencias.