Detienen a otro presunto sicario de capo de Tláhuac
Agosto 25, 2017 -
Ciudad de México
Otro de los objetivos principales de la procuraduría capitalina para desmantelar en su totalidad al grupo criminal de Tláhuac fue detenido por elementos de la Policía de Investigación. Se trata de Hugo Giovani, “El Giovani”, a quien se identifica como uno de los sicarios del capo abatido por la Marina, Felipe de Jesús Pérez Luna “El Ojos”.
Al imputado se le vincula también con el homicidio de un ex comandante de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, en Iztapalapa, el año pasado. El presunto sicario fue detenido después de varios cateos, en una vecindad de la calle Adolfo Unda de la colonia La Conchita, en la delegación Tláhuac. El joven tenía 15 días ahí escondido y confesó no salir por temor a ser detenido o ejecutado por sus contrarios.
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Como todos los integrantes del primer círculo de “El Ojos”, el detenido también presumía en redes sociales la amistad, los negocios y la venta de droga con Miguel Ángel Pérez Ramírez, “El Micky”, hijo de Pérez Luna, quien ahora está bajo proceso penal por el homicidio de Felipe Carmona, ex mando mexiquense y convicto que compurgó una pena por extorsión, en Iztapalapa.
La detención fue en seguimiento a las investigaciones del caso Tláhuac. Al respecto, el procurador de Justicia capitalino, Edmundo Garrido Osorio, informó en conferencia que para la detención del implicado se utilizó un estado de fuerza de 110 elementos de la Policía de Investigación y personal del Grupo Especial de Reacción Intervención, en cuyo acto no se registró un solo disparo.
“Durante las acciones realizadas para su detención, el imputado pretendió darse a la fuga pasando a otra de las viviendas, hasta que descendió en un callejón donde se realizó su detención”, explicó.
“Los agentes de investigación, cumpliendo el protocolo correspondiente, lo trasladaron al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, donde quedó a disposición correspondiente por el delito de homicidio calificado, por el cual podría alcanzar una pena de 20 o 50 años de prisión”, comentó Garrido Osorio.