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Se corona en Augusta

Hace 60 días Scottie Scheffler no tenía ninguna victoria en el PGA Tour y hoy es campeón del Masters de Augusta

Augusta, Georgia

Se corona en Augusta

Scottie Scheffler coronó dos meses increíbles con su mayor hazaña de todas, al ganar el Masters el domingo para validar su nuevo estatus como el mejor golfista del mundo.

Su único tropiezo ocurrió al final, cuando Scheffler necesitó de cuatro putts de menos de 40 pies antes de poder reclamar su primer major y eso sólo fue relevante para los libros de récords.

Cerró con 1 bajo par y 71 golpes para una victoria de tres tiros sobre Rory McIlroy, quien embocó desde la trampa para empatar por el récord en la ronda final con 64 golpes y que le dio una fugaz esperanza de presionar a Scheffler el domingo en el Augusta National.

No hubo oportunidad. No el domingo. No en los últimos cuatro días. No en los últimos dos meses.

Y pensar que fue hace apenas 56 días que Scheffler buscaba su primer título en la PGA. El golfista de 25 años de Dallas, quien buscaba el estrellato desde que tenía 10 años y portaba pantalones largos para parecerse a los profesionales, suma cuatro victorias en los últimos seis torneos.

Ningún premio es más importante que la chaqueta verde.

El teatro dominical, emocionante y trágico, le perteneció a todos. Scheffler se sobrepuso a un momento de duda al inicio de la ronda picando para un birdie. Tuvo putts clave para mantener a ras a Cameron Smith y nunca trastabilló.

McIlroy fue el subcampeón. Smith fue quien pensó que lo dejó escapar. El australiano se mantenía en la pelea a tres golpes del líder cuando su bola cayó en el arroyó Rae en el hoyo 12 de par 3 para un triple bogey que puso fin a sus esperanzas.

Smith cerró con 73 golpes y empatado con Shane Lowry, quien tuvo un birdie en el hoyo 18 para 69.

Scheffler se sumó al logro de Ian Woosnam de 1991 para ser los únicos jugadores en ganar un major —el Masters en ambos casos— en su debut como el número uno del mundo.

Scheffler, que terminó con un total de 278 golpes, 10 bajo par, se llevó un premio de 2,7 millones de la bolsa de 15 millones de dólares. Eso lleva su total a 8.872,200 dólares luego de sus primeros seis torneos.

RECIBE WOODS VÍTORES

Los espectadores en el Masters llenaron cada rincón y espacio en el hoyo 18, esperando al hombre en rojo.

Una escena que ha sido familiar para Tiger Woods en innumerables domingos en el Augusta National, pero ahora fue distinto.

No eran ni siquiera las 3 de la tarde en la calurosa y soleada tarde en Georgia. A la misma hora, en el hoyo 1, el líder Scottie Scheffler y su perseguidor Cameron Smith salían en el último grupo.

Encorvado y cojeando, Woods caminó por la empinada colina hacia el green mientras los aficionados se levantaban poco a poco para aclamarlo en reconocimiento por un notable regreso — un fin de semana de ensueño.

“¡Qué forma de aguantar, Tiger!”, dijo un hombre que se encontraba detrás de la multitud.

Desde un punto de vista del golf, difícilmente se trató del Woods que todos recuerdan. Ese ganador de cinco chaquetas verdes del Masters, la última apenas hace tres años. El jugador que será recordado como uno de los mejores de la historia, incluso si no volviera a jugar. (No se preocupen, no ha terminado).

Este Woods, el que cojea en su pierna derecha que le pudieron haber amputado tras un espeluznante accidente automovilístico hace 14 meses, cerró con dos rondas de 78, sus peores tarjetas en su historia del Masters.

Su apaleado cuerpo simplemente perdió fuerza tras un electrificante jueves de 71 golpes, cuando Woods regresó al golf competitivo por primera vez en más de 500 días.

Woods caminó por el Augusta National con una cojera que se hizo más evidente con el paso de los días, utilizando uno de sus palos para ayudarse a caminar.

Woods no dio ningún indicio sobre sus futuros planes, pero está claro que tiene intención de seguir jugando.



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