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Es feliz quemando llanta: Natalia Priaz, primera mexicana en Drifting

El drifting es un estilo de conducción que consiste en sobrevirar o derrapar el auto a altas velocidades; ella lo describe como "literalmente llevar el carro dentro de un circuito en pleno control"

La primera piloto mexicana que participa profesionalmente en drifting explicó por qué es un deporte caro.Es feliz quemando llanta: Natalia Priaz, primera mexicana en Drifting

CIUDAD DE MÉXICO.- Llena de adrenalina y rodeada de autos es como ha decidido vivir Natalia Priaz, de 28 años de edad, la primera mujer mexicana en competir a nivel profesional en el drifting y quien se preparó para la segunda fase del Mexican Drift Championship (MDC), que se llevó a cabo el 23 de julio en Querétaro. EL UNIVERSAL estuvo con ella en un día de preparación.

"Me gusta ensuciarme", asegura, mientras de fondo se escuchaba el rugido de los motores y el ambiente olía a gasolina. Ella cambia las llantas de "Blu", su Subaru BRZ modificado, con acabados en su color favorito: el rosa.

Salpicada de caucho y manchas negras sobre su piel, revisa y muestra, llena de satisfacción, cómo quedaron los neumáticos tras varias vueltas, pero está feliz porque logró derrapar bien dentro del pequeño lote de Iztapalapa.

El drifting es un estilo de conducción que consiste en sobrevirar o derrapar el auto a altas velocidades, Natalia lo describe como "literalmente llevar el carro dentro de un circuito y ruta con el mayor control posible; mantener la calma, aunque tengas la adrenalina a tope. Eso es algo que me llena mucho, me encanta".

Seguido se distrae, ríe, grita y se estresa al ver a sus compañeros en la pista. Priaz aprendió a manejar a los 18 años de edad y poco a poco descubrió su afición por los autos. Multifacética, además de este deporte le gustan la mixología, los tatuajes, el arte, el diseño, la ciencia ficción y el anime.

Aprendió con simuladores: "Un pedal y un volante en la compu" para ponerlo en práctica, "Es hacerlo y ya".

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Priaz entra segura al auto, mira la pista, calcula y escucha las indicaciones.

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Sólo para una práctica se ocupan, mínimo, cuatro llantas de repuesto, señala.

 

Una especialidad que precisa de gran inversión

Natalia Priaz maneja un Subaru BRZ 2019, un auto deportivo japonés, que —sin modificaciones— cuenta con cuatro cilindros boxer, corre a 200 caballos de fuerza de transmisión automática a seis velocidades, frenos de disco, con suspensiones independientes. 

Va de cero a 100 kilómetros por hora en 6.8 segundos y es que es de tracción trasera.

La primera piloto mexicana que participa profesionalmente en drifting explicó por qué es un deporte caro. 

  • Tan sólo a su auto le ha invertido cerca de 180 mil pesos, y "ni siquiera está tan modificado, sólo le quité los silenciadores y se fabricó la tubería de escape; en la suspensión, los coilovers, los amortiguadores que van a las llantas y las vuelve ajustables, mejoran el rebote y la altura, además te da mejor estabilidad. 

También, un kit de ángulo sencillo que da un aproximado de 15 grados de giro extra a las llantas". Además de la personalización con stickers y acabados.

Sólo para una práctica se ocupan, mínimo, cuatro llantas de repuesto. Cada una puede costar mil pesos; algunos compran más caras, de hasta dos mil 500, lo que equivale a una inversión de entre cuatro mil y 10 mil pesos, más la gasolina y pagar la renta de un lote para estar seguros.

Ante el inminente peligro, Priaz entra segura al auto, mira la pista, calcula y escucha las indicaciones. "Todo es cuestión de práctica y darle sin miedo, porque con miedo no sale", afirma. "Es duro la primera vez que le pegas", así lo vivió Nat con "Blu", porque "este deporte implica un gran riesgo. Eres tú dentro de una máquina...".



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