Denuncian extorsión telefónica del INM a familiares
Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) realizan extorsión telefónica a familiares de extranjeros en detención desde el interior de las estaciones migratorias, alerta un informe del Consejo Ciudadano de este organismo.
El Consejo, que monitoreo 17 centros, concluyó que la práctica de la extorsión es generalizada, pues registraron el mismo patrón a partir de varios testimonios obtenidos en distintos centros de detención.
"Cuando una persona detenida efectúa una llamada telefónica a sus familiares desde el centro de detención (desde las oficinas o desde los teléfonos de tarjetas), unas horas después estos familiares reciben otra llamada al mismo teléfono, en la que se presenta un individuo que exige dinero a cambio de, bien preservar la integridad o la vida de la persona detenida", indica el documento.
"Bien favorecer su puesta en libertad y su regularización migratoria. Estas personas en ocasiones se presentan como el 'pollero' y en otras aseguran tener secuestrada a la persona".
En la metodología del informe "Personas en detención migratoria en México", el Consejo refiere que para su elaboración se tuvo acercamiento con 122 personas y solicitantes de asilo.
El informe indica que los testimonios parecen no dejar duda sobre la implicación directa de personal del INM en los casos de extorsión telefónica, pues sin su intervención, la obtención de los números de teléfono no sería posible.
"Una mujer denunció que cuando ella ingresó y llamó desde el teléfono del centro a su hermano que se encontraba en Estados Unidos, horas después un hombre llamó a su hermano pidiéndole 3 mil dólares 'para liberar a su hermana'", indica.
"El hermano dijo que enviaría el dinero bajo la única condición de hacerlo a nombre de nadie más que de su hermana. De esta forma envió esa misma tarde el dinero vía Western Union. A ella le había sido retenido el pasaporte por parte del personal del centro al momento de su ingreso a la misma. Al día siguiente el dinero había sido cobrado utilizando su pasaporte".
El informe advierte que los trabajadores del INM tienen jornadas excesivas de trabajo y sobrecarga laboral dado que hay poco personal respecto a la cantidad de personas detenidas en los centros.
Documentó que existe un puesto denominado "a todo servicio", que implica estar a disponibilidad del área que requiriera su trabajo y no siempre corresponde al perfil del trabajador, situación que promueve la ineficacia y dificulta la profesionalización de las labores.
El Consejo también registró otras malas prácticas por parte de agentes migratorios, por ejemplo, episodios de violencia y uso excesivo de la fuerza en operativos de control; detención de personas de nacionalidad mexicana; escasa evaluación de casos para utilizar alternativas a la detención y privación a los migrantes de su derecho a la información.
Asimismo, registró quejas por maltrato físico y verbal, discriminación y negación de alimentos o productos de higiene o atención médica.
El Consejo confirmó que hay un uso sistemático de medidas de aislamiento en celdas de castigo o cuartos de tratamiento especial, que los migrantes llaman pozo o calabozo.
Indica que el hacinamiento es constante en las estaciones migratorias y que algunas de ellas son improvisadas, carecen de luz y ventilación natural y hay escasez de insumos para dormir, tales como colchonetas y colchas.
Asimismo, indica que la mayoría de los centros de detención de migrantes tienen problemas en las instalaciones sanitarias y sufren de escasez de agua potable, lo que provoca falta de higiene, proliferación de malos olores e insectos.