buscar noticiasbuscar noticias

Demuestra 'Being The Ricardos' un matrimonio tempestuoso

Entre los preparativos para un episodio del sitcom de los años 50 I Love Lucy, los protagonistas Lucille Ball (Nicole Kidman) y Desi Arnaz (Javier Bardem) podían experimentar momentos gloriosos y situaciones sórdidas, oscuras y amenazadoras, tal como lo presenta Aaron Sorkin en la cinta Being The Ricardos

Tras la buena recepción que tuvo El Juicio de los 7 de Chicago, disponible en Netflix, Sorkin retorna ahora en Amazon Prime con este filme dirigido y escrito por él mismo, en el que se enfoca en una semana en la que los estelares se ven amenazados por graves acusaciones de tinte político y críticas a su relación marital.

Demuestra Being The Ricardos un matrimonio tempestuoso

 "Yo no sabía mucho, ni del programa ni de los protagonistas, y en cuanto supe que el proyecto tenía que ver con Aaron decidí hacerlo. Lo que me fascinó fue esa conexión latina que tengo con Desi, y me dediqué en cuerpo y alma a darle forma a todo lo que me correspondió", indicó Bardem.

 Nominado a tres Globos de Oro (Actor, Actriz y Guion), el largometraje disponible a partir de este martes en la plataforma, está estructurado de forma lineal: el lunes se llevan a cabo los preparativos para I Love Lucy, como la lectura del guion, el show va tomando forma hasta llegar al viernes, día en el que se grabará el capítulo en directo y con público.

 Lucille Ball y Desi Arnaz se conocieron a finales de la década de los 30, se casaron en 1940 y para 1944 tuvieron tantos problemas que casi se divorcian. La culminación de su matrimonio llegó en los 60, debido a infidelidades y problemas de alcohol de él.

 En 1951 estrenaron el programa que los encumbró como un pintoresco matrimonio formado por Lucy Ricardo y Ricky Ricardo, y que durante seis temporadas concentró cerca de 40 millones de espectadores en EU. Hubo Emmys, fama, dinero y conspiraciones de sus enemigos. Grabaron 180 episodios que hoy son clásicos.

 Lucy y Desi eran especialistas en hacer reír a su audiencia, pero poco hablaban de las desoladoras y tristes experiencias que vivían detrás de cámaras, lo cual significaba desencuentros con el equipo, enfados entre ellos y habladurías.

 William Frawley (J.K. Simmons) y Vivian Vance (Nina Arianda) son los coprotagonistas de I Love Lucy y juegan un papel vital en la reconstrucción de los hechos según Sorkin.

 "Muchísimo del éxito del resultado de la película no es sólo la visión de Aaron como director, sino el guion. Las lecturas que hicimos fueron tempranas, y fue delicioso juntarnos para establecer el ambiente. Construimos bastantes tonalidades de narrativa con lo que nos dio Aaron", dijo Simmons.

 "Creo que hay momentos climáticos en la manera en que se presentan los momentos felices y los infelices de cada uno. El personaje de J.K. y el mío sirven para contrapuntear lo que sucede con ellos y eso te da una dirección de las situaciones tan complicadas que tuvieron que sortear tanto Lucy como Desi", añadió Arianda.

 Para la realización del filme, Lucio y Desi Arnaz, hijos de la neoyorquina y el cubano ya fallecidos, contribuyeron con anécdotas y pasajes que le sirvieron al realizador para asentar el eje de su historia, la cual llega como una de las de mayor resonancia de parte de Amazon para la próxima temporada de galardones del séptimo arte.



DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD