¡DAN EL GRITO!
Septiembre 16, 2018 -
El América derrota al Morelia en el Estadio Azteca
Ciudad de México
En otra noche con aguacero, de cancha floja pese a las promesas, de balones desinflados y de expulsiones, el América se impuso 2-1 a Monarcas en el Estadio Azteca.
Un visitante que en los últimos 10 minutos pasó de inofensivo a amenazante, que coqueteó con una recompensa que parecía imposible antes del gol de Sebastián Vegas al 83', pero que se fue encolerizado por un lío con el árbitro Eduardo Galván en la conclusión.
En la noche del "Grito", el Azteca estuvo en silencio.
De los goles azulcremas no hay queja, el de Sánchez un zapatazo al ángulo superior izquierdo al 28', luego de que interceptó un pase a Carlos Fierro. El juvenil repartió besos en dirección a las gradas mientras el "Piojo" Herrera le regalaba unos aplausos.
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El gol de Matheus no fue menos significativo porque el seleccionado colombiano de a poco se reconcilia con su futbol. Colocó la pelota cerca del poste derecho, al 53', antes de pegar el sprint hacia la banda para abrazar al preparador físico Jorge Rangel, responsable de ponerlo a punto luego del bajón tras la Copa del Mundo. El asistente azulcrema se limitó a calificar el detalle como un "gesto de amistad".
Claro que a Matheus le faltó confianza para pegarle de larga distancia a la pelota pese a que el portero Sosa lo retaba, tal y como pasó con Henry Martín. Oribe Peralta se zafó a dos zagueros con habilidad de novato, pero así también definió, justo al centro. Renato Ibarra lamentó los centímetros que le faltaron para el gol y Andrés Ibargüen sus decisiones cerca del área. El América se negó a matar y Vegas aprovechó la oferta, con un anulado cabezazo.
Minutos después del gol, un centro de Rodolfo Vilchis congeló a más de un americanista. Monarcas encimó más por el estado anímico que por el futbol practicado, al menos hasta que en la compensación Vegas fue expulsado por cortar un avance y Rodrigo Millar por su conducta, reclamando que el América no necesita ayuda, segundos antes del silbatazo final que dio rienda al primero de muchos gritos en noche patria.