Coreanos, ya se siente su cultura
El idioma y cultura de Corea del Sur son cada vez más visibles en Monterrey a través de billares, restaurantes, templos y hasta una aplicación de geolocalización
Min Sun Kim tiene cuatro meses de vivir en Monterrey y ya está aprendiendo español.
Monterrey.-
La cultura regia y la asiática ya se encontraron y empiezan a conocerse.
DISCIPLINADOS Y ORGANIZADOS EN EL TRABAJO
Para el trabajador coreano no existe el "ahorita", sólo el ahora, coinciden Renato Balderrama, director del Centro de Estudios Asiáticos de la UANL, y Alberto Pérez, Secretario Académico de la Universidad Politécnica de Apodaca.
Los especialistas han realizado estrategias educativas con empresas como Kia o formativas como Korea Foundation.
"En Corea hay dos generaciones, después de la Guerra de Corea: los grandes y los jóvenes", explica Balderrama, especialista en cultura coreana.
"Los grandes fueron educados en un mundo donde no había nada, de ahí el concepto de 'pali, pali', que quiere decir 'now, now'", agrega.
Algunas industrias en las que destaca el país asiático son la automotriz, tecnológica y de transporte.
"La gente que está trabajando en la industria coreana y la industria automotriz es muy ordenada, muy disciplinada, son muy estrictos, pero a la vez muy humanos en el trato", comenta Pérez, quien sostuvo reuniones con Kia Motors para un convenio educativo y laboral.
Otro aspecto es la organización con la que realizan sus juntas laborales.
"Envían la información por adelantado y son muy directos con los temas, tratan de hacer un consenso y les gusta mucho escuchar. No son autoritarios o ni tratan de imponer sus ideas", agrega.
Para mantener una buena relación entre coreanos y regiomontanos, Balderrama considera necesario realizar festivales o eventos donde ambas culturas se encuentren y conozcan.
"Yo me pongo a pensar, ¿qué será de Nuevo León los próximos 20 años con Corea?", reflexiona.
"No lo sabemos, pero sí podemos hacer cosas para hacer en ese futuro porque está comprobadísimo que cualquier Ciudad que coopera y se relaciona con sus migrantes crece".
SE ADAPTAN AL IDIOMA Y LA EDUCACIÓN
Los coreanos están acostumbrados a dedicar 220 días al año y 13 horas diarias al estudio, de acuerdo con la World Education News and Reviews. Por eso, una de sus prioridades en Monterrey es encontrar un sistema educativo similar al de su país para sus hijos.
"Primero preocupa por educación de niños en escuela porque es muy distinto Corea y aquí", expresa Hanil Hong, dueño del Korean Mart, en Huinalá.
Corea del Sur se ubica en el quinto lugar mundial en conocimientos de lectura y matemáticas según el ranking de la OCDE.
El American Institute of Monterrey, por ejemplo, creó un programa para sus alumnos extranjeros, dividido en varias facetas. La primera es que el menor, cuando no sabe español o inglés, aprenda a expresar sus necesidades.
"Ellos tienen que cruzar esa barrera de cómo yo puedo comunicar mis necesidades", explicó Shelagh Ryan, coordinadora de currículum e institución en el AIM.
Después del idioma, los maestros trabajan con la seguridad del niño en el ambiente y la socialización, hasta que logran la adaptación completa en un rango de 3 a 6 meses.
Entre los niños coreanos que estudian en el AIM, los hermanos Seokhyeon Jeong, de 11 años, y su hermano Sehyeon Jeong, de 9 años, ya están completamente adaptados al colegio.
Los hermanos, originarios de Changwon, ciudad coreana con 550 mil habitantes aproximadamente, llegaron hace tres años a Monterrey sin dominar ni el español ni el inglés. Ahora se comunican en esos idiomas sin problemas.
Los chicos comentan, en español, que las clases en AIM las sienten igual que en Corea, sólo sienten diferencia en el tiempo de vacaciones y la dificultad en matemáticas.
"La escuela es casi igual, pero matemáticas es más difícil en Corea", comenta Sehyeon.
Los pequeños celebran sus fiestas de cumpleaños con grupos de más de 10 amigos y les gustan los tacos de picadillo.
CONECTADOS
Mex Ju, una App que ofrece información sobre servicios en la Ciudad como restaurantes, mapas y taxis, y el Hanin Diario, un periódico de 50 páginas con noticias de Corea del Sur y México, son las redes de comunicación que han empezado a tejer los coreanos en Monterrey.
El diario está en cualquier negocio coreano y ahí se encuentran desde noticias de política mexicana hasta breves clases de español.
Mex Ju está disponible en App Store y Google Play y es una necesidad, comenta Mónica Nam, quien la creó con su esposo Richard Han y el desarrollador Charlie Song.
"Como tenían el problema del idioma, (los coreanos) no entendían muy bien (el español) y estaban batallando", apuntó Nam. "Pero ahora todo es más fácil por el teléfono".
Mex Ju describe cada negocio y comparte la ubicación, también agrega reseñas e imágenes del local. Además cuenta con una herramienta para viajar a destinos como Texas, Cancún o Colorado.
PARA RELAJARSE
Un trabajador coreano se sirve vino de arroz Chamisul Classic, bebida importada de Corea del Sur con 20.1 grados de alcohol, pero no le parece suficiente y le agrega Tecate Light. Brinda con sus otros seis compañeros de trabajo, entre ellos su jefe, y bebe la "regiocoreana" mezcla de alcohol.
Para cerrar su jornada laboral en un ambiente relajado se reúnen en alguno de los cerca de 8 restaurantes que han abierto en la zona de Huinalá. Uno de los más frecuentados es Myungga. Ahí disfrutan platillos como Gul Guk Bap, caldo de ostras con arroz, o Kimchi Chigue, caldo de kimchi y arroz.
Sebastián Yoon inauguró anoche un local para jugar billar sobre el restaurante Myungga.
"Aquí muchos coreanos cuando terminan trabajo no hay algo divertido y andan con cerveza, pero eso es un vicio. Esto (el billar) es sólo deportivo y saca estrés", dice Yoon.
Cerca del Aeropuerto Internacional de Monterrey, en una colonia privada, vive una numerosa comunidad coreana. Sus vecinos ya ubican sus casas.
"En las casas que veas zapatos afuera es donde hay coreanos", dice Angélica Ramírez, vecina del sector.
En el Oriental Mart trabaja Min Sun Kim, de 26 años, quien llegó a Huinalá hace 4 meses para vivir con su novio. La joven es amable y no habla español ni inglés, pero los está aprendiendo con Rocío Valero, de 22 años, y Uriel Gómez, de 26, sus compañeros de trabajo.
Para Renato Balderrama, director del Centro de Estudios Asiáticos de la UANL, la adaptación de los jóvenes coreanos no será difícil.
"La parte joven se va a encontrar fácilmente porque buscan bailar, ir al cine, salir de compras y Monterrey tiene todo eso. Es una Ciudad que, con todo y la inseguridad, vive de noche".
SIGUEN SU FE
Frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe, 12 integrantes de la comunidad católica coreana realizaron ayer su primer retiro espiritual en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima, en San Pedro. La comunidad la integran 40 coreanos.
Ellos buscan seguir su fe aunque estén lejos de su país, donde el 20.4 por ciento de la población profesa el catolicismo, según la Oficina Nacional de Estadísticas del Gobierno de Corea.
"Esperamos (del retiro) que tengan más cercanía con Jesucristo en sus vidas", comentó el sacerdote Matías Kim, de 42 años de edad.
La comunidad coreana católica asiste cada domingo a una misa traducida por Miguel Park, de 31 años, en este templo sampetrino.
"No tenemos tantas Vírgenes de Guadalupe en Corea, pero por el resto es igual", expresó Kim, sobre la forma de vivir su fe.
De la fe presbiteriana hay cinco espacios para realizar el culto distribuidos en Guadalupe, Monterrey, San Nicolás y San Pedro.
Uno se ubica en Rómulo Garza 413, Col. Ampliación del Vidrio, en San Nicolás, donde están los pastores Hae Sook Ahn, de 55 años, y su esposo Nam Hyo Baek, de 56 años, originarios de Seúl.
"Actualmente, aquí coreanos vienen mucho, por eso necesitan iglesia, por eso mover aquí", explicó Ahn, quien canta y toca el piano durante el culto.
La pareja de pastores espera no sólo ofrecer el culto presbiteriano a su paisanos, también enseñar su idioma y piano a la comunidad.
