‘Consulta popular no fue adecuada’

gilberto.banda@elmanana.com

Si existía o se presumía o presume una o varias inconsistencias legales en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y/o de una inconveniencia en su operación, esta obra se debió someter a examen o a una auditoría, utilizando los mecanismos legales y técnicos para ello, pero no a una consulta popular.

El presidente de la Delegación Reynosa de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, Federico Alanís Peña, dio a conocer que en el actuar de nuestros gobernantes, se debe evitar “el autoritarismo" y el manejo del poder que tienda a hacer a un lado o a colocar en segundo término a la verdadera democracia, a la industria e inversiones formales y también es inaceptable el que se demeriten las bases técnicas adquiridas en las Universidades; ya que, no es responsable el que tomen mayor valor de importancia las consultas populares u opiniones del sector informal sobre la sabiduría impartida en las aulas y sobre las bases técnicas y las necesidades reales del país.

Este tipo de consultas ante cualquier resultado que arrojen y de continuar proliferando- aunque se quiera negar-, harán que el crecimiento de la economía mexicana siga vegetando en el mejor de los casos o que se reduzca la expectativa de mayores crecimientos económicos y por ello, la meta para lograr crecimientos superiores al 3.0 o al 4.0 por ciento del PIB se estará alejando de nuestro alcance y quedando solo como promesa de campaña electoral o de buenos deseos, anotó.

La extensión o proliferación en cantidad de las consultas, precisó el también consejero nacional del organismo, no deberán ser la forma de legitimar las decisiones que se tomen en el futuro para proyectos u obras importantes a largo plazo que requiere el país ya que denotan la degradación del poder de responsabilidad que deben asumir nuestros dirigentes ante la necesidad de la ampliación de capacidad y modernidad de la infraestructura nacional.

En este mismo renglón, no es aceptable para los Padres de familia que estén enviando a sus hijos a las Universidades, para que en la vida práctica sus conocimientos adquiridos con dedicación, profesionalismo y sacrificio, su educación y sus trabajos sean desechados por una consulta sin sustento tecnológico, pero si populista.

Estas consultas de incrementarse en su número de ellas, estarían afectando la confianza y denotando una falta de estado de derecho ante los inversionistas tanto nacionales como extranjeros y por ello, los niveles de flujo de inversión hacia nuestro país serían insuficientes para el tamaño de México.

Y aclara: las inversiones bien podrán seguir llegando a México como hasta hoy, pero no en el grado o cantidad que requiere nuestro país para crecimientos del PIB por arriba del 3 por ciento.

Desestimar los efectos resultantes de manejar las decisiones importantes para el país vía las consultas, no es nada recomendable; ya que, bien pudieran tener un efecto creciente hasta llegar a situaciones no deseables parecidas a las que le está sucedido a un país sudamericano a la fecha además de que, este tipo de acciones restan competitividad y productividad a nuestro país.

El Congreso mexicano, tendrá que revisar y adecuar las Leyes para que la economía del país, su industria y su población no pierdan la continuidad de la ejecución de los proyectos u obras-vía encuestas populistas-, al término de un periodo de gobierno; ya que esto, provoca un daño económico y social de gran magnitud a los proveedores como a los constructores de las mismas, a los emprendedores y además generan una incertidumbre a los inversionistas con su consecuente pérdida de empleos en sus áreas involucradas, es decir, se daña a toda la sociedad por completo y sin excepciones.

De operar de esta manera, al acercarse cada fin de periodo o sexenio de los gobernantes en turno se estaría frenando o poniendo en “pausa” la actividad económica del país.

Ahora solo queda que, la decisión final de la continuidad de la Construcción del NAIM de alguna manera se base en la sensatez y el juicio racional y no en “la ruleta o tómbola que evade la responsabilidad”; ya que, nuestros futuros gobernantes tendrán que reflexionar sobre sus propuestas que utilizaron durante sus campañas electorales y ajustarlas a la realidad a través de rectificaciones que beneficien a la población, haciendo a un lado la necedad política sin sustento que ponen en riesgo y en incertidumbre el progreso ordenado del país.

“Y como si esto fuera poco, ¿se encuestará si es conveniente combatir la inseguridad, la violencia y el crimen en nuestro país?

Por supuesto que, para que crecimientos del PIB entre 3.0 y 4.0 por ciento se logren se requieren– además de otros factores-, precios justos de electricidad, energéticos, servicios, insumos, etc., a los industriales para que sean competitivos en el mercado internacional; y para esto, el gobierno mexicano tendrá que hacer lo necesario para bajar el costo de la operación y generación de estos insumos, mediante el impulso, facilidades, continuidad y promoción a las inversiones públicas y privadas necesarias para ello.