¡CONSERVA LA PASIÓN!
El pitcher mexicano no tiene nada que demostrar en las Grandes Ligas
Júpiter, Florida
Con tres anillos de Serie Mundial con los Gigantes y más de 109 salvamentos, Sergio Romo no tiene nada que demostrar en las Grandes Ligas.
Su talento para lanzar, a pesar de que no posee una recta poderosa, lo tiene en puertas de su duodécima campaña en las Mayores, al tiempo que su barba pronunciada y la canción de "El Mechón", que suena cada vez que salta al centro del diamante, lo han convertido en uno de los peloteros más carismáticos del beisbol.
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En su primera salida de la pretemporada con los Marlines, el pitcher mexicano, quien el próximo lunes cumple 36 años, ponchó el martes a los únicos tres bateadores de los Astros que enfrentó y, más importante, se dio cuenta que aún tiene el fuego interno que lo hace seguir en este deporte.
"Le estaba diciendo a nuestro coach de bullpen cuando estaba calentando: 'Hermano, estoy nervioso'. No sé si sea el nuevo equipo o el inicio de una nueva temporada, porque es mi primera aparición, pero es bueno sentirme así, sabiendo que estoy emocionado y poniéndome nervioso", confesó Romo al diario Sun-Sentinel.
El relevista veterano, de padres mexicanos, nacido en Brawley, California, ha representado a la Selección Nacional en dos Clásicos Mundiales de Beisbol (2013 y 2017) y suma tres campañas con los Charros de Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico, donde fue campeón el calendario pasado y disputó la Serie del Caribe.
Días después del Clásico Caribeño, Romo firmó por un año y 2.5 millones de dólares con Miami.
"No le temo a sentirme nervioso. El estar nervioso es algo bueno para mí; significa que aún me importa, que aún tengo el fuego, la pasión. Todavía tengo las ganas de hacer las cosas bien, competir y hacer mi juego.
"No estoy diciendo que estoy nervioso porque tengo miedo o que voy a salir a lanzar tímido o inseguro. Estoy nervioso porque de verdad me importa y quiero hacerlo bien. Quiero ayudar y contribuir", afirmó el derecho.
Romo tuvo marca de 3-4 con 4.14 de efectividad y 75 ponches en 67.1 innings, además de 25 rescates, con los Rays en 2018.