Con sus manos y creatividad, hace verdaderas obras de arte
Aunque en México es imposible vivir pintando, no cambia su pasión por los lienzos
Comenzó a pintar a la edad de siete años y desde entonces su pasión le impidió dejar de hacerlo.
, Tam.-
Él es Ramiro Cortez Fernández, quien con sus manos y creatividad hace de un lienzo blanco una pieza de arte. Su casa, marcada con el número 108, en el fraccionamiento Valle de Bravo, fue convertida en un lugar de exposición artística.
Comenzó a pintar a la edad de siete años y desde entonces su pasión le impidió dejar de hacerlo.
Más de la sección
Nació en el Estado de Guanajuato, pero fue criado en esta ciudad. Cortez tuvo que viajar a Estados Unidos para aprender de los mejores maestros las técnicas de pintura y escultura, para luego regresar y transmitir sus conocimientos en esta frontera. La primera pintura que realizó al óleo fue de la cantante Alejandra Guzman y en acrílico una marina.
La primera pieza que vendió fue la de una quinceañera en Estados Unidos, por el precio de 600 dólares.
Actualmente, tiene más de 20 años de experiencia y se dedica de tiempo completo a mostrar su talento; dijo que en México es imposible vivir de este trabajo, ya que no es bien pagado, pero en Estados Unidos cualquier persona puede lograrlo, ya que es mejor valorado emocional y económicamente.
“A mi lo que me ayuda es que realizo mis pinturas aquí, las envío a Estados Unidos y después me mandan el dinero y es como estoy sobreviviendo”, dijo Fernández.
Comentó que en en México sí se podría vivir del arte, si hubiera más valores y se apreciaran las cosas, pues tenemos artesanos muy buenos pero lamentablemente no les brindan apoyo.
Dijo que para cambiar las cosas se debe iniciar incluyendo clases de arte en las escuelas, pues aunque en algunas sí las imparten, no es arte práctico si no teórico.
El artista, solicita al Gobierno Municipal y al Estatal apoyo para realizar exposiciones y bazares artísticos que permitan promover la pintura, escultura y a los artistas de la ciudad.
“Todos los que nos dedicamos al arte, necesitamos un espacio donde se nos pueda contemplar, donde nosotros podamos hasta vender, regalar o intercambiar arte y después de eso, creo que todo sería diferente”, expresó Cortez Fernández.
Finalizó comentando que es muy agradable que los jóvenes volteen a ver el arte antes de hacer cosas malas.
Todos los que nos dedicamos al arte, necesitamos un espacio donde se nos pueda contemplar, donde nosotros podamos hasta vender, regalar o intercambiar arte y después de eso, creo que todo sería diferente*. Ramiro Cortez Fernández, artista plástico y maestro de pintura