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Celebra primer aniversario luctuoso

Un año sin el artista oaxaqueño Francisco Toledo

Este 5 de septiembre se celebra el primer aniversario luctuoso de uno de los artistas más celebrados de México, por su talento, pero también uno de los más queridos -o incómodos, según se vea- a razón su compromiso con las causas sociales: Francisco Toledo.

Celebra primer aniversario luctuoso

Aunque nació en la Ciudad de México en 1940, era juchiteco como el que más, con arraigados orígenes zapotecas que influyeron en su producción artística.

Su nombre se hizo espacio entre la tríada de artistas oaxaqueños que los antecedieron: Rufino Tamayo y los dos Rodolfos, Nieto y Morales.

Los cuatro dieron origen a la llamada Escuela Oaxaqueña de Pintura, bautizada así por su paisano Andrés Henestrosa, poeta y ensayista.

Toledo, autor de bestiarios y confabulaciones pictóricas entre el sueño y el erotismo, falleció el 5 de septiembre del año pasado en la Ciudad de Oaxaca, ese centro de operaciones cuyas calles recorrió diariamente en huaraches y desfajado, con la melena y barbas canas, alborotadas.

SOBRE SU VIDA Y OBRA

Tras la muerte de Toledo, el crítico de arte Cuauhtémoc Medina compartió con los lectores de REFORMA algunas percepciones sobre su vida y obra:

"Tras juguetear con la cámara fotográfica y aprender a pintar y grabar con Arturo García Bustos y las escuelas de INBA, Toledo viajó a Paris en 1960, donde sus imágenes de erotismo desbordado y una inagotable imaginación mitológica con elementos naturales y relatos indígenas le abrieron las puertas a los círculos del surrealismo en declive de la mano de Octavio Paz, el poeta André Pierre de Mandiargues y, completando el cuadrángulo, la poeta y pintora Bona Tibertelli".

"Su figuración además aparecía como una alternativa tanto a la orientación europea de los artistas de la llamada 'Ruptura' y al rechazo de la estetización del arte político de los 70, para imponerse no sólo con su imaginación pansexual, sino con una factura de texturas delirantes que no tiene registro en el arte moderno", explicó Medina.

"Ciertamente, su obra escapaba de los límites intelectualistas del arte conceptual, tanto como a la confusión neurótica de la expresión del subdesarrollo. Como escribió uno de sus principales críticos, el poeta Luis Cardoza y Aragón, 'A Toledo no puede captársele sólo con la razón'", consideró el crítico. 

"Apreciar sus imágenes requiere de nosotros una carcajada, y una calentura que se reconoce como proveniente del trópico. En efecto: Toledo es un artista del sur que resumió toda clase de tradiciones y referentes en un arte localizado".

EL TOLEDO ACTIVISTA

La vida del artista estuvo aunada a las causas sociales.

En 1974 fue integrante de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI), y más tarde, ya radicado en la capital de Oaxaca, fue presidente de Pro-Oax, organización ciudadana encausada en la defensa del patrimonio cultural y natural del Estado.

A través de su activismo, el artista lo mismo pugnó por la erradicación del maíz transgénico, impidió la apertura de un McDonald's en el centro de Oaxaca y defendió el Cerro del Fortín de un megaproyecto del ex Gobernador Gabino Cué.

También es célebre uno de sus últimos gestos políticos: la creación de papalotes con los rostros de los 43 de Ayotzinapa.



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