¡Cautivador!
Ricky Martín demuestra en CDMX el arrastre que tiene con su carisma, sus sensuales movimientos y su sexy sonrisa
Ciudad de México
El nombre de Ricky Martin es sinónimo de fiesta y eso fue lo que organizó dos noches seguidas en el Auditorio Nacional cuando regresó por tercera ocasión al recinto como parte de su One World Tour.
Para 10 mil personas no importa si Ricky canta en español o inglés, sino que cante, baile y contagie su energía. Después de una descarga lumínica en la que las luces rojas y blancas, sincronizadas con las ocho pantallas del escenario, la aparición de ocho bailarines anunció que la espera había terminado, Ricky Martin estaba de vuelta.
ELEGANTE
Ataviado con un elegante traje negro, el boricua se presentó en la tarima superior donde además de hacer gala de su carisma, compartió con sus fans mexicanos sólo algunos de los dotes de bailarín que tiene con Mr. Put It Down.
¿Qué pasa?, Venga, arriba”, dijo Ricky a sus seguidores que trataban de seguirle el paso a su ídolo con This Is Good, en la cual los seis músicos que lo acompañaban bailaban al ritmo que les marcaba.
Las notas de Drop It on Me se hicieron presentes y con ellas el primer cambio de vestuario de Martin, quien con una playera negra sin mangas, hizo enloquecer a los presentes mientras bailaba. Para que la energía siguiera subiendo, Ricky no dudó en incluir en su repertorio Shake Your Bon-Bon, con la que aquellas personas que aún permanecían sentadas decidieron unirse a la fiesta del puertorriqueño.
DESATA LA LOCURA
Adrenalina, de Wisin, desató la locura del baile tanto en el escenario como en las butacas, y mientras el público saltaba en el pequeño espacio que permite su asiento, ocho bailarines realizaban pasos alocados.
Un momento de calma y respiro llegó cuando Ricky, en medio de un ambiente en tonalidades azules, se acercó al límite del escenario, con esa sonrisa que enamora a hombres y mujeres, a recibir la energía que 10 mil personas le regalaban.
¡Qué rico volver a casa, como siempre! Buenas noches México, ¿cómo estás? como siempre vengo a pasarla bien, no sé ustedes, ¿a qué vienen?, yo vengo a dejar mi alma en este escenario, lo único que quiero es fiesta. Esta fiesta es para ti, espero que la disfrutes mucho”, expresó instantes antes de hacerse acompañar por el público en un coro enorme con Tal vez.
VIAJE POR EL TIEMPO
De golpe, Ricky llevó a sus fans en un viaje por el tiempo que tuvo una escala a finales de la década de los 90, cuando las notas y la letra, en inglés, de Livin’ la Vida Loca retumbaron por el lugar.
Un requinto fue la introducción para It’s Alright donde Martin reapareció en el escenario con una playera negra y una falda negra estilo kilt, indumentaria que sus bailarines también portaron, para el deleite de todos.
Tras un video de la fundación que tiene, con el cual recordó a sus fans que no todo es fiesta, sino también ayuda y empatía por el otro, el cantante reapareció con camisa blanca y pantalón gris para dar voz a Asignatura pendiente, Disparo al corazón y Tu recuerdo.
¿Nos quedamos en este mood románticas un poquito más? porque bailar está bueno, pero esto está bueno también ¿no? Esta canción es muy romántica, cántenla conmigo porque tiene un tiempo que no la canto y se me puede olvidar la letra. La idea es que te quedes sin voz de tanto cantar”, dijo Ricky para dar vida a Te extraño, te olvido, te amo, a la cual siguió Y todo queda en nada y Fuego de noche, nieve de día.
Un público de puta madre”, dijo emocionado el cantante a su público que también coreó Vuelve.
La energía y el ánimo de fiesta regresaron con Adiós, Vente pa’ca, Lola, Lola, María, La bomba y Por arriba, por abajo, que anunciaban que la fiesta estaba por terminar, no sin antes reventar el recinto con Pégate, The Cup of Life y La mordidita.