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Caudal de aventuras

Chiapas ofrece al turista paisajes exuberantes, actividades extremas y ruinas arqueológicas

Ciudad de México

PARA AVENTUREROS. En Lacanjá, Chiapas, el corazón de la Selva Lacandona.Caudal de aventuras

En el corazón de la Selva Lacandona, desde que amanece hasta que anochece sobran experiencias que estimulan el espíritu de la aventura, la curiosidad hacia lo desconocido y la inmersión en una cultura que, a corazón abierto, comparte su cotidianidad en esta jungla.

Además de ruinas arqueológicas y paisajes exuberantes, campamentos como el de Top Che, administrados por familias lacandonas como la de Ernesto Chankin Paniagua, completan el mapa de emociones y misterios del mundo maya.

TESORO EN PIEDRA

Por si fuera poco, cerca de aquí, a través de los caminos rurales que brotan por ambos lados de la carretera federal, es posible llegar a otros destinos irresistibles: Bonampak y Yaxchilán, antiguos señoríos del Río Usumacinta.

Lacanjá, ubicado aproximadamente a dos horas de Palenque en automóvil, captura esta sensación con una amplia oferta de actividades: senderismo, talleres y ceremonias en compañía de las familias lacandonas que habitan esta aldea, así como la práctica de rafting por el Río Lacanjá.

Por la tarde los turistas se acercan al caudal, ya sea para quienes desean bañarse en el agua fresca o solamente para escuchar su rumor en conjunto con el de otras expresiones de la selva, que los acompañan toda la noche cuando una oscuridad limpia los campamentos, desde los cuales será lo más natural encontrar una aventura nueva.

¡NO TE LOS PUEDES PERDER!

1. Visitar Palenque es la parada obligada para conocer la antigüedad maya de Chiapas. Edificios como el Templo de las Inscripciones, los templos del Grupo de las Cruces y el Palacio, con su torre-observatorio, son algunas joyas que es posible apreciar en el recorrido.

2. Ir a Bonampak y apreciar los conservados murales de la Acrópolis, en los que se representan algunos episodios de la vida política del señorío, encabezado por el gobernante Chaan Muan II, en tres salas de colores vivos que asombran.

3. Conocer Yaxchilán es una experiencia aventurera de principio a fin: para llegar es necesario navegar el Río Usumacinta desde Frontera Corozal, un poblado de mayas choles que custodia el acceso a este antiguo reino devorado por la selva. La Gran Acrópolis y su imponente crestería es testigo del esplendor del mandato de Pájaro Jaguar IV.

5. Vivir la experiencia de conocer las costumbres y el estilo de vida de los lacandones es al mismo tiempo un respiro del ritmo de vida citadino y un acercamiento a una cultura que vive de la conservación de su entorno. Entablar relación con los locales es garantía de risas francas, conversaciones y expresiones de la tradición oral.

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TODO ES VERDE. Sobran experiencias que estimulan el espíritu de la aventura.

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DE PASEO. Hay tiempo para detenerse y sentir el calor interactuar con la humedad de la piel.

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PALENQUE.  La inmersión en la cultura.



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