Carne de cocodrilo conquista paladar de visitantes en Tlaquepaque

Tlaquepaque.- Alfarería, textiles y vidrio soplado son los clásicos atractivos de este municipio jalisciense, pero su gran variedad de restaurantes es lo que más conquista al visitante, entre ellos un exclusivo lugar que presenta una carta de platillos exóticos, encabezando la lista la carne de cocodrilo.

Rack de ciervo (al carbón con salda de vinos y hongos); codornices (al vino tinto con salsa de hongos silvestres); pato de frutos rojos (horneado bañado en salsa de frutos rojos acompañado con una esfera de camote).

Mixiote “Tamayo” (conejo adobado y horneado); así como los escamoles (hueva de hormiga preparda con receta prehispánica); gusanos de maguey (a la mantequilla con un toque de epazote) y chapulines (al ajillo con guarnición de guacamole).

En entrevista con Notimex, el gerente de Real San Pedro, Martín Castillo, afirmó que cuentan con las facturas de compra de los animales exóticos protegidos por la Ley de Sanidad Animal, ya que los adquieren de lugares que tiene permiso por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Indicó que no afectan el medio ambiente porque se trata de productos que se reproducen en cautiverio. “La carne de cocodrilo nos la vende un fabricante de botas exóticas muy conocido en México, él aprovecha la piel y nosotros la carne, la trae de una granja de Brasil”.

Añadió que de las propuestas exóticas que tiene el restaurante la carne de cocodrilo es la que más piden los comensales, aunque aclaró que debido a la difusión de que son animales en peligro de extinción muchos prefieren pedir otros alimentos, dijo.

Comentó que son los únicos en la zona metropolitana de Guadalajara en ofrecer estos platillos. “Del cocodrilo sólo aprovechamos la espalda y la cola, porque las piernas son muy fuertes, la carne es fibrosa y dura, este cocodrilo viene de Brasil, criado en granja”, dijo.

Dio a conocer que también consiguen algunos cortes exóticos como el jabalí, ciervo y cordero en un negocio del Distrito Federal que se llama “El Gran Cazador”, aunque en ocasiones también consiguen ahí la carne de cocodrilo.

Por su parte, el chef Hugo Luna dijo que cuando llega la carne de cocodrilo él la deshuesa y la divide en porciones para cuando la pide el cliente, con recetas propias del restaurante que tiene como emblema rescatar la cocina prehispánica.

“Queremos que el turista, sobre todo el extranjero, conozca nuestras raíces”, aseguró.

Mencionó que son principalmente los comensales extranjeros los que piden los platillos exóticos. “Nos visitan de todo el mundo, sobre todo de Estados Unidos y Canadá, pero también vienen de Europa, Asia y de todo América Latina”, acotó.

Describió que la carne de cocodrilo es blanca con un sabor muy suave y es una fuente de proteína muy importante. “Son platillos caros porque su crianza en las granjas tienen un proceso difícil, de tal manera que el hecho de ser tan difícil es que los hace costosos”, dijo.