calicheras, riesgo para vecinos

Cada que se presentan lluvias torrenciales, una de las zonas que presentan problemas severos de inundación son las calicheras.

El agua que dejó la depresión tropical Patricia la tarde del sábado 24 de octubre hizo que las familias vivieran horas de incertidumbre, ya que temían que el líquido invadiera sus hogares.

Hace apenas unos meses, los residentes de la colonia Pedro J. Méndez denunciaban el problema del estancamiento de agua en la Calle 20, incluso dijeron padecer problemas en la piel al tener contacto con las pestilentes aguas.

Días después, la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Reynosa realizó labores de desazolve y se encargó de limpiar la calle.

Sin embargo, el mismo panorama que se vivió a principios de años se volvió  a presentar al inundarse la calle.

Martina Salgado, residente del lugar, relató que al estar lloviendo prácticamente toda la tarde, la calichera de la zona llegó a su nivel máximo, que se desbordó.

RESGUARDAN SUS MUEBLES

“La verdad nosotros creímos que otra vez se nos iba a meter el agua, inmediatamente mi esposo y mis hijos empezaron a subir los muebles lo más alto posible, porque teníamos miedo de que se fuera a mojar todo”, mencionó.

Afortunadamente, el agua no afectó la vivienda, pero sí ocasionó pánico al pensar que lo poco que tenía lo fueramos a perder.

“Mi esposo trabaja en maquiladora y las cosas que tenemos las hemos comprado con mucho esfuerzo, entonces a mí se me hace injusto que por una cuestión de este tipo lo perdiéramos todo”, expuso.

El desbordamiento de las calicheras no es el único temor de quienes viven en esa área de la ciudad, el otro factor que atemoriza a las familias son las enfermedades que se originan al tener contacto con el agua, ya que debido a la cantidad de basura que existe en dichos depósitos, la contaminación de la misma es alta, ya que ha originado problemas en la salud de las personas.

Sanjuanita Hernández y su familia literalmente vivían entre el agua, y recuerda que  juntos con sus hijos diariamente tenían que sacar el agua con botes para evitar que se acumulara y provocara problemas de salud.

“Con el agua no podíamos tener nada, por donde quiera que pisamos había charcos de agua, hasta teníamos que cocinar entre el agua”, recordó la entrevistada.

RESURGE

EL TEMOR

Por ello, al darse cuenta que se pronosticaban lluvias intensas a causa de la depresión tropical Patricia, creyeron que la historia se volvería a repetir al estancarse de nueva cuenta el agua.

Por lo tanto, dijo que las calicheras no dejan de ser un riesgo para la comunidad, sobre todo para quienes viven cerca.

“Al tener contacto con esta agua, estamos en riesgo de enfermarnos más de lo que estamos y es injusto vivir así”, concluyó.