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‘Caído’ continúa inundando y apestando. Imposible atravesar la vía

Pestilentes aguas siguen inundando calles aledañas a escuela ‘Felipe Carrillo Puerto’

A un mes de esa promesa, las pestilentes aguas continúan inundando las calles aledañas al plantel hasta llegar al bulevar Hidalgo.

PROBLEMA. La calle Fuente de Diana es una río de aguas negras.‘Caído’ continúa inundando y apestando. Imposible atravesar la vía

Reynosa

, Tam.- 

El pasado 21 de agosto, justo en el arranque del ciclo escolar, la alcaldesa Maki Ortiz prometió a alumnos, maestros y padres de familia de la escuela Felipe Carrillo Puerto, la reparación de un caído que provocaba fuga de aguas negras en la calle Fuente de Diana y Bulevar Del Maestro.

A un mes de esa promesa, las pestilentes aguas continúan inundando las calles aledañas al plantel hasta llegar al bulevar Hidalgo.

ASÍ FUE

“El día de hoy iniciamos con recursos propios de la Comapa, el caído en calle Décima con una tubería de 12 pulgadas, iniciamos también un proceso licitatorio de CNA para el colector del bulevar Rio San Juan y vamos a resolver el problema que ustedes tienen de aguas negras aquí enfrente”, dijo la alcaldesa en su mensaje en la escuela Felipe Carrillo Puerto.

No es correcto dijo, que los alumnos acudan a la escuela y que deban atravesar una calle que tiene tanto tiempo con un caído.

“Yo les prometo que esto se va a solucionar y van a tener una escuela limpia, porque para mi como doctora, la limpieza es sanidad, porque con salud hay todo y sin salud no hay nada”.

Por eso mismo explicó, se estarían invirtiendo en el municipio más de 200 millones en lo que no se vé, en el drenaje, cárcamos y caídos de la ciudad.

“Vamos a construir una bahía vehicular para ascenso y descenso de alumnos en el retorno número seis, se hará demolición y construcción de banquetas, así como un carril de entrada y  salida, son obras que valen más de 525 mil pesos, además del caído”.

Y ASÍ SIGUE

Actualmente, la calle Fuente de Diana continúa inundada de aguas negras, imposible atravesar la calle sin aspirar el olor nauseabundo.

“Todos los días es una cochinada, tengo que venir a la tienda, aquí tengo que tomar la pesera y soportar la pestilencia. Los zapatos se llenan de hongos, de mugrero y medio”, destaca María Socorro Alanís.

Imposible para esta mujer salvar sus zapatos o lo que es peor, debe cuidarse de algún conductor que en su loca carrera la empape con esas aguas pestilentes.

María Luisa y Aleyda Castro, son dos hermanas que cruzan la calle Fuente de Diana para llegar a su trabajo o simplemente como ayer, para acudir a un centro comercial acompañadas de sus hijos.

“Cruzamos con mucho cuidado porque siempre está el agua sucia, no podemos irnos por otra parte porque rodeamos mucho, ya ni nos preocupamos si nos mojamos porque ya sabemos que los zapatos quedarán mojados y sucios”.

Otro de los problemas que se ocasionan por la fuga de aguas negras, es que los baches quedan cubiertos y los automovilistas caen abruptamente en estas zanjas.

Existen personas como Pedro Arias, quien está tan acostumbrado a caminar entre las aguas negras, que acude al centro comercial en huaraches.

No le importa ser empapado por un automóvil, camina lento pues al menos los pies ya los lleva mojados.

“¿Pues qué le hago?, mejor me traigo los huaraches porque siempre sale uno todo mojado”, comenta entre risas mientras su esposa y su hija lo invitan a caminar más aprisa.

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APESTA. Entre aguas pestilentes deben caminar los ciudadanos.

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RIESGO. Los baches cubiertos con agua son un peligro para automovilistas y transeúntes. 



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