Buscan evitar más abusos sexuales de sacerdotes
Agosto 17, 2018 - 04:01 p.m.
Una investigación de dos años en Pensilvania encontró pruebas de que al menos mil personas, en su mayoría niños, habían sido abusadas sexualmente por unos 300 clérigos
Nueva York, Estados Unidos.- El principal funcionario católico de Pensilvania prometió este viernes asegurarse de que el abuso sexual generalizado de cientos de sacerdotes y el encubrimiento revelado en el explosivo informe del gran jurado de esta semana nunca vuelva a suceder.
El documento explica que el número de víctimas reales y abusadores podría ser mucho mayor.
"El contenido del informe es brutalmente gráfico y profundamente inquietante como una crónica de mal infligido a cientos de inocentes", dijo el Arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, en una carta semanal a los católicos.
"Las únicas respuestas aceptables son la pena y el apoyo a las víctimas y los esfuerzos integrales para garantizar que esas cosas nunca vuelvan a ocurrir", añadió.
La arquidiócesis de Chaput no estaba cubierta por la indagatoria presentada este martes, aunque un informe del gran jurado de 2005 encontró evidencia de que cientos de niños habían sido abusados sexualmente por al menos 63 sacerdotes en el distrito.
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Tras la presentación del informe, sólo dos fiscales generales de los estados de Nueva York y Nuevo México, refirieron estar tomando acciones similares para investigar abusos cometidos en sus estados.
La mayoría se negó a confirmar o negar cualquier pesquisa y argumentó que sus leyes estatales limitaban su capacidad para emprender amplias investigaciones criminales o que no respondían a las solicitudes de comentarios.
El Vaticano rompió su silencio sobre el informe la noche de este jueves, cuando el portavoz Greg Burke calificó los abusos revelados en el informe gráfico como criminales y moralmente reprensibles.
El informe de casi 900 páginas describe con detalle gráfico décadas de agresiones sexuales, arreglo de menores para hacerlos más vulnerables y otros abusos por parte de sacerdotes y otros clérigos.
A lo largo de los años, el escándalo de abuso sexual ha cobrado un alto precio para la Iglesia Católica en Estados Unidos, reduciendo la asistencia y las donaciones y llevando al cierre de parroquias a medida que la Iglesia pagó cientos de millones de dólares en asentamientos.
Las víctimas han sufrido problemas de salud mental a largo plazo, abuso de sustancias y en algunos casos se han suicidado, de acuerdo con los grupos de defensa de las víctimas.
Informes similares han surgido en Europa, Australia y Chile, lo que provocó pleitos e investigaciones, menoscabando la autoridad moral del liderazgo de la Iglesia Católica, que cuenta con unos mil 200 millones de miembros en todo el mundo.