buscar noticiasbuscar noticias

Temen a posibles daños por fuegos

Miles de hogares corren el riesgo de verse reducidos a cenizas a causa de las voraces llamas

Los residentes de los bosques del norte de California sentirán temor el fin de semana cuando miles de hogares corren el riesgo de verse reducidos a cenizas a causa de los incendios.

Un adorno frente a un casa destruida por el incendio Dixie en Greenville.Temen a posibles daños por fuegos

El incendio Dixie que calcinó gran parte del pueblo Greenville, de la época de la fiebre del oro, ha destruido más de 180 hogares y 10.000 inmuebles más en el norte de Sierra Nevada están en riesgo. Había consumido un área más grande que la ciudad de Nueva York.

Fue el incendio en campo abierto más grande del país y el tercero más grande en California desde que se tiene registro, según el Departamento de Bomberos y Protección de Bosques del estado.

Las llamas avivadas por el viento destruyeron el jueves decenas de hogares y prácticamente todo el centro de Greenville, además de causar serios daños en Canyondam, una aldea con aproximadamente una treintena de habitantes. El fuego llegó al pueblo de Chester, pero ahí las cuadrillas lograron proteger las casas y negocios, informaron las autoridades.

Charlene Mays mantuvo lo más que pudo su gasolinera abierta en Chester, en donde les dijo a los agotados bomberos que no se disculparan por el camino de cenizas que sus botas dejaban en el suelo. Pero cuando el pequeño pueblo en la costa noroeste de lago Almanor se quedó sin luz, Mays decidió que era el momento de irse.

Corrió a casa para tomar una caja de objetos valiosos, incluido el anillo de graduación de su esposo y joyas. El humo era tan espeso que era difícil respirar. Trozos de ceniza se deshacían al golpear el suelo, con un ruido como si fuera vidrio roto.

Desde entonces, Mays vive en el estacionamiento de la Universidad Comunitaria Lassen en Susanville. Su esposo se quedó para abastecer tanques de agua que usaban los bomberos. Sólo son ella, un pinscher miniatura llamado Jedidiah y un pit bull llamado Bear.

Abandona su hogar

Charlene Mays mantuvo lo más que pudo su gasolinera abierta en Chester, en donde les dijo a los agotados bomberos que no se disculparan por el camino de cenizas que sus botas dejaban en el suelo. Pero cuando el pequeño pueblo en la costa noroeste de lago Almanor se quedó sin luz, Mays decidió que era el momento de irse.



DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD