Atacan en Ecuador a dos periódicos
Los agredieron con bombazos panfletarios
Guayaquil, Ecuador
Dos diarios ecuatorianos de línea oficialista, El Universo y El Telégrafo, fueron atacados la noche del miércoles con bombas panfletarias.
Más allá de los bombazos, que sólo dejaron daños materiales menores, lo que realmente cimbró a Ecuador fue la atribución de los ataques: el Frente de Liberación Nacional (FLN), un grupo virtualmente desconocido que se opone al Presidente Rafael Correa.
“La primera salva ha sido enviada, seguiremos fortaleciendo los cuadros con jóvenes que se frustran con el tiempo perdido y quieren luchar por un Ecuador mejor”, se lee en el panfleto, el cual reprueba al proyecto de Gobierno de Correa, la llamada “revolución ciudadana”.
El mismo mensaje apareció en los dos lugares de las explosiones, las cuales se produjeron con artefactos caseros a base de pólvora, según las primeras investigaciones del Ministerio ecuatoriano del Interior.
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Se trata de la primera mención pública del FLN, que también reivindicó los ataques a la sede del movimiento político oficialista Alianza País, el pasado 13 de julio.
“Son seguidores de un dictador oportunista, que solamente busca su provecho (.) olvidando al pueblo pobre”, justificó el grupo en el manifiesto.
Sin embargo, ni el Gobierno ni los diarios ecuatorianos, incluso los agraviados, han revelado mayores detalles sobre los supuestos agresores.
“No sé en realidad qué grupo era porque el panfleto no tenía ninguna especificación, pero parece que es un grupo comunista contra el Gobierno” dijo a REFORMA Darwin Herrera, editor nocturno de El Universo, quien se encontraba en la redacción durante el ataque.
Correa ha enfrentado una férrea oposición en las últimas semanas, la cual sólo se interrumpió provisionalmente durante la visita del Papa Francisco, a principios de mes.
El descontento contra el Mandatario se detonó a raíz de una controversial ley de herencias que promovía y la aprobación de su gestión cayó a 45 por ciento, su nivel más bajo en 8 años.
El Presidente denunció un “golpe” de la Oposición, al tiempo que los medios contrarios al régimen acusaban represión y persecución del Estado.
Aparentemente, se invirtieron los papeles y son ahora los medios a favor del Gobierno los que se dicen violentados.
“Denuncio este hecho a la ciudadanía, al país, por amedrentar a los periodistas”, declaró ayer Orlando Pérez, director de El Telégrafo.
El próximo escollo opositor que Correa deberá sortear será una movilización convocada para este domingo por indígenas ecuatorianos que se oponen a varias decisiones gubernamentales sobre derechos colectivos, temas rurales y educación.
El Mandatario desestimó la protesta, aunque dijo que extremará precauciones.