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Asumen enfermos propia recuperación

Impotentes ante la pandemia, las autoridades sólo atinan a recomendar que sigan en casa

Ciudad de México.

Asumen enfermos propia recuperación

En la CDMX muchos de los enfermos de Covid-19 se ven obligados a asumir ellos mismos su recuperación ante la saturación de los hospitales y la recomendación de las autoridades que, impotentes ante la pandemia, sólo atinan a recomendarles que permanezcan en casa.

Proceso recogió los casos de pacientes que decidieron aislarse, comprar o alquilar sus tanques o concentradores de oxígeno y sus medicamentos con su propio dinero... y han logrado sobrevivir.

El 31 de diciembre de 2020, a las 21:00 horas, Luis Antonio Macías abandonó el cuarto donde estaba aislado a causa del covid-19 para acompañar a su esposa a rellenar el pequeño tanque de oxígeno que lo mantenía vivo. Ella no quería manejar sola de noche, temía sufrir un accidente. Prácticamente estaban solos, pues algunos de sus familiares estaban en la playa y otros estaban aislados. 

La pareja llegó a la zona de hospitales de Tlalpan y localizó un establecimiento con una fila interminable de personas que buscaban lo mismo que ellos. Luis Antonio, de 41 años, y su esposa tuvieron que esperar tres horas en el auto. La desesperación por no saber “si era el principio del fin” le provocó al hombre una sensación de ahogo, como él mismo lo describe.

Su esposa pidió ayuda al despachador del establecimiento, quien le preguntó si Luis Antonio estaba muy mal. 

–Sí –respondió ella–. Ya no puede respirar, se va a desmayar.

–Le presto un tanque de emergencia. ¡Póngaselo para que se tranquilice!

Ese gesto de solidaridad la sorprendió y le devolvió la vida a Luis Antonio quien, apenas se estabilizó, llamó a sus hijos, de 11 y seis años, que estaban solos en su casa. Los pequeños le respondieron con un “¡Feliz año nuevo, papá!”

La de Luis Antonio es una de las miles de historias cotidianas en la Ciudad de México donde las personas con Covid-19 no tienen más opción que intentar sobrevivir en su casa con sus propios medios. Hoy es casi imposible conseguir cama en un hospital. Al cierre de edición, el sistema hospitalario en la capital estaba con 84.2.% de ocupación, pese a las múltiples ampliaciones de espacios en instituciones locales, federales y privadas.

De las 6 mil 419 personas internadas, 4 mil 799 estaban en camas de atención general y mil 620 en terapia intensiva. El viernes 8 por la mañana, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo informó que, independientemente de que esos niveles de hospitalización continuaban, el Semáforo Epidemiológico Rojo continuaría una semana más en la Ciudad de México.

EL OTRO CALVARIO

Los enfermos de Covid-19 sufren lo indecible. Cuando dan positivo, los doctores les recomiendan conseguir, alquilar o comprar un tanque o concentrador de oxígeno para sobrevivir, comprar sus medicinas y aislarse; y cuando se les agota el oxígeno, deben formarse en las tortuosas filas para rellenar sus tanques.

En un principio, cuenta Luis Antonio, llamó al número de emergencia 911, pues su oxigenación estaba en 80%. La doctora que lo atendió en videollamada le dijo: “¡Ya vete a un hospital, si no, no la vas a librar!”. Cuando le contestaron en el servicio que, según Sheinbaum Pardo, se caracteriza por su efectividad y prontitud, le respondieron: “No tenemos ningún hospital que te atienda. Necesitas estar tranquilo y atento a que tu oxigenación no baje más de 80% por más de cinco horas”.

Luis Antonio optó por quedarse en casa, en la alcaldía de Tlalpan. “Mi esposa llamó a no sé cuántos números que nos pasaron varios amigos para conseguir un concentrador de oxígeno, porque nos dimos cuenta de que el tanque no era opción”, recuerda. 

Y es que en un momento marcó 70% de oxigenación. Luis Antonio comprendió que no podía seguir “chiquiteando” el tanque por el que había pagado 7 mil pesos. Por suerte una persona les rentó un concentrador por 4 mil 500 para un mes; su familia tuvo que ir por él hasta Lomas Verdes, Estado de México.



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