Analizan corporativos cambios fiscales de EU.
Poco probable una salida de las empresas establecidas
Ciudad de México
“Hemos estado platicando con algunas de las compañías y no están seguras de llevar a cabo un movimiento de este tipo, es algo que están evaluando, y en el sector de manufactura con la depreciación del peso, nos dicen que el nivel de competitividad del país es fuerte”, comentó Carlos Ponce, director general de análisis de Ve por Más.
Entre las empresas estadounidenses con presencia en México están Walmart de México, General Motors, Fiat Chrysler, Ford Motor, Citibanamex, Pepsico, Costco, AT&T, P&G, Bank of America, FedEx, IBM, Whirpool, General Electric, Cisco y The Home Depot, de acuerdo con información pública y de ProMéxico.
De las empresas mexicanas en Estados Unidos están Grupo Bimbo, Arca Continental, Cemex, Bachoco, Banorte, Grupo Bal, Cinépolis, Cinemex, Alfa y Mexichem.
“Las empresas están evaluando sus decisiones, hay algunas ideas de cambios en el domicilio fiscal para aprovechar esta nueva etapa de cambios en Estados Unidos, pero no hemos identificado decisiones puntuales ni algunas estrategias”, agregó Ponce.
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En 2016, el intercambio comercial entre México y Estados Unidos ascendió a 482 mil millones de dólares, un aumento de 41% en comparación con los 342 mil millones de 2006.
La balanza comercial reportó un superávit de 123 mil millones a favor de México el año pasado, indica ProMéxico.
Los productos más exportados de México hacia Estados Unidos son los automóviles, autopartes, vehículos de transporte, computadoras y teléfonos.
Los productos importados con más frecuencia desde México son aceites de petróleo, autopartes, artículos para operaciones especiales, gas de petróleo e hidrocarburos gaseosos, así como los motores de pistón de encendido por compresión, detalla el organismo de la Secretaría de Economía.
Pide la Coparmex acciones urgentes
Ciudad de México
El Universal
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, dijo que urgen cambios al sistema fiscal nacional ante los cambios que se esperan en Estados Unidos tras la aprobación de la reforma tributaria.
Explicó que al menos deben hacerse cambios, entre los que están la deducción total de prestaciones laborales, de las inversiones y de las reservas de pensiones, y eliminar los efectos negativos de la retención definitiva del ISR de 10% por dividendos.
Reclamó que, a pesar de que la reforma fiscal estadounidense se discutió desde agosto en ese país, en México “nada se hizo oportunamente en la Secretaría de Hacienda ni en el Congreso para anticiparse”.
Pidió que por esa causa se convoque a un periodo extraordinario que lleve a tomar acciones inmediatas.
Además de incorporar medidas urgentes, De Hoyos dijo que se requiere voluntad política y un decreto presidencial, además de un análisis integral de las alternativas para transformar el sistema fiscal mexicano.