Una unidad repartidora de Bokados se volcó y el producto que transportaba al quedar esparcido sobre el asfalto se convirtió en botín de guerra entre testigos del aparatoso accidente.
El conductor del la camioneta repartidora de botanas dijo que transitaba normalmente por el Viaducto Reynosa de oriente a poniente, cuando sorpresivamente un vehículo sospechoso, del cual no proporcionó características le dio un cerró que lo obligó a volantear y en consecuencia dio violentos vuelcos hasta quedar con las llantas al aire y el capacete totalmente destrozado.
El único ocupante de la unidad resultó con lesiones que le fueron atendidas por paramédicos de Protección Civil que acudieron al viaducto a la altura del kilómetro 76.
Representantes de la empresa, el ajustador del seguro y compañeros del joven accidentado acudieron al lugar y se entrevistaron con peritos viales que elaborarían el parte correspondiente.
Los peritos buscaban evidencias para justificar la versión del chofer, pero les resultaba bastante difícil en virtud de que la unidad había quedado bastante destrozada.
Dentro del vehículo había numerosas cajas de cartón vacías, y sobre el pavimento se advertían bolsas de golosinas destrozadas y producto hechos moronas.
Vecinos del lugar se dieron cita en el viaducto y aprovecharon para realizar una serie de actos de rapiña, tomándolo en manera de broma, como un “regalo” caído del cielo, precisamente en el Día del Amor y la Amistad.