Uno de los principales propósitos de Núcleo Espacio es crear espacios de encuentro para la reflexión, formación, producción exposición e investigación. También busca ser una plataforma de exposición a diferentes tipos de manifestaciones creativas.
Los días 9, 10 y 16 de enero se presentarán una serie de videos de piezas de música electroacústica presentadas por sus creadores. Esta muestra contará con la participación de músicos dedicados a este género radicados en diferentes partes del mundo.
Esta muestra se presentará a través de las redes de Núcleo Espacio y entre los músicos participantes se presentará una pieza hecha en colaboración de Esteban Ruiz-Velasco, Ernesto Cárcamo Cavazos y Daniel Mckemie.
LA PIEZA LA REALIZARON:
Composición y diseño sonoro -Ernesto Cárcamo Cavazos y Esteban Ruiz-Velasco
Programación y diseño web - Daniel McKemie
Vibráfono - Daniel McKemie
Guitarra eléctrica y voz - Ernesto Cárcamo Cavazos
Piano y platillo - Esteban Ruiz-Velasco
2020 Obra realizada gracias al apoyo del Virtual Partner Residencies Program del Instituto Goethe, Berlin.
MÚSICOS CON GRAN TRAYECTORIA
ESTEBAN RUIZ-VELASCO
Es un compositor y percusionista que reside en Nueva York. Actualmente está enfocado en utilizar el internet y los navegadores como una plataforma para desarrollar obras multimedia que sean de fácil acceso y distribución. Asimismo investiga y desarrolla nuevas formas de conectar sintetizadores modulares con software y viceversa.
Este trabajo ha permitido nuevos y complejos escenarios interactivos, en los cuales el software genera procesos compositivos, y actúa generando y analizando las señales de control de voltaje que utilizan los sintetizadores, para así determinar la actividad consecuente.
SOBRE LA PIEZA
“El movimiento en la quietud” es una experiencia sonora interactiva que lleva al escucha en una caminata imaginaria, entretejiendo paisajes sonoros y música contemporánea de la Ciudad de México y Berlín. A través de una narrativa algorítmica basada en una página web, el escucha se sumerge en múltiples mundos binaurales, con la habilidad de moverse en el espacio e interactuar con diversos elementos sonoros.
Cada instancia es por tanto una experiencia inmersiva única para cada escucha.
La obra surge de la convergencia de varias circunstancias.
La situación global de la pandemia nos ha obligado a buscar nuevas formas de experimentar y compartir, y dado que desde hace tiempo teníamos interés por colaborar de nuevo, la convocatoria del Instituto Goethe resultó en el aliciente perfecto. Es una convocatoria para proyectos cortos, así que tuvimos que grabar los instrumentos y paisajes con lo que cada quien tuvo a mano en casa, procesar el audio e implementar todo en poco más de un mes. Quisimos lograr una obra en donde los cambios de estilo y paisaje fueran perceptibles pero no centrales, y que la exploración espacial del sonido permeara toda la experiencia.