Los 130 kilogramos de peso no le estorban a Mario Esquivel para ser uno de los delanteros más letales que hay en el futbol 7 de Reynosa. El “Pumba”, como se le conoce también en las canchas, no se cansa de hacer goles y este sábado buscará meter a su equipo, los Gatos Gordos FC, a la gran final de la Gorditos Premier League.
“Me tengo que sacar la espina, tenemos que quedar campeones primero Dios, solo les digo no nos den por muertos”, comenta el atacante quien busca una revancha personal ya que el torneo pasado se quedó a la orilla de la lucha por el título y ahora quiere ser héroe en un complicado compromiso que tienen ante el líder del torneo.
Los kilos de más siempre lo han acompañado pero eso nunca ha sido impedimento para disfrutar del futbol, deporte que practica desde su infancia.
“Desde niño he sido gordito y siempre he jugado futbol, estuve en escuelas de futbol gracias a mis papás que siempre me han apoyado, el peso nunca ha sido problema”, explica muy sonriente.
A pesar de que muchas veces los rivales lo han hecho menos debido a su complexión robusta, Mario termina dejándolos en ridículo gracias a la calidad que tiene en sus botines.
“A los que estamos gordos siempre nos dan por muertos, pero a mi me gusta … me da satisfacción llegar a un equipo en cualquier liga de categoría libre y que digan, ¡ese gordo no ha de traer nada! y de repente callarles la boca a esos que piensan que nada más eres un relleno en el equipo, que yo sea el que hace la diferencia. eso es mucha satisfacción”, afirma.
Mario es Americanista de corazón y ferviente admirador de Cuauhtémoc Blanco. Es un gordito feliz que a sus 27 años sigue derrochando talento y asegura que el balón siempre rodará en su vida.