Eduardo González a bordo de la Cheyenne y Gilberto Flores al volante del Camaro “Thunderblue” hicieron el “uno-dos” para regresar a casa con una sonrisa de oreja a oreja y con sus flamantes trofeos.
Gran cierre de año está teniendo este equipo que buscará redondear la faena en el próximo evento en Reynosa en donde tienen cuentas pendientes.