No son sólo las acusaciones criminales lo que preocupa a aquellos que se han enfrentado al Presidente Donald Trump; hay formas más prosaicas de represalia: dificultades para renovar pasaportes, auditorías de hacienda y perder pensiones federales.
Para muchas personas que han hecho enemistad con Trump, su regreso a la presidencia esta semana ha despertado ansiedad. Algunos temen que podrían irse a la quiebra tratando de limpiar sus nombres.
Menos de 24 horas después de asumir el cargo, Trump disparó una primera señal, ordenando la revocación de los permisos de seguridad de decenas de exfuncionarios de inteligencia que, según él, se aliaron con Joe Biden en la campaña de 2020 o se han vuelto en su contra. La pérdida de tales autorizaciones puede ser costosa para los exfuncionarios que trabajan para contratistas de defensa y requieren acceso continuo a información clasificada para realizar su labor en el sector privado.
"Cualquiera que alguna vez esté en desacuerdo con Trump tiene que preocuparse por la represalia", dijo John Bolton, quien fue asesor de seguridad nacional de Trump y se ha convertido en un crítico vocal del presidente. "Es una lista bastante larga. Creo que hay muchas personas que están muypreocupadas".
Bolton está entre media docena de exfuncionarios que hablaron con The Associated Press sobre sus crecientes aprensiones acerca del potencial vengativo de Trump. Horas antes de que Trump juramentara el lunes, dijeron funcionarios, el presidente saliente Biden tomó la medida extraordinaria de emitir indultos preventivos para objetivos frecuentes de Trump como el Dr. Anthony Fauci, el general retirado Mark Milley y legisladores y personal que sirvieron en el panel legislativo que investigó el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio.
Biden también indultó a miembros de su familia, diciendo que "investigaciones infundadas y motivadas políticamente causan estragos en la vida, la seguridad y la seguridad financiera de los individuos y sus familias".
El riesgo de estar en la lista de Kash Patel.
Muchos de los exfuncionarios estaban listados en un índice de operativos del "Estado profundo" en un libro de Kash Patel, nominado de Trump para ser director del FBI. Patel ha prometido lanzar una campaña contra lo que llama "gánsteres gubernamentales".