El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) implementó la regla final de "Recopilación de Datos Biométricos", que expande oficialmente el uso del reconocimiento facial como parte del sistema de control migratorio en aeropuertos, cruces terrestres, puertos marítimos y otros puntos de entrada y salida autorizados del país.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), a partir de ahora, la mayoría de los viajeros internacionales que se dirijan o salgan de Estados Unidos deberán someterse a un escaneo facial. El sistema compara en tiempo real los rasgos faciales del viajero con la fotografía de su pasaporte u otro documento de viaje.
Una vez confirmada la identidad, el sistema indica si el viajero puede continuar o si debe ser derivado a una inspección secundaria.
Objetivos de seguridad y alcanceSegún el DHS, la recopilación biométrica tiene como objetivos principales identificar a delincuentes y posibles amenazas terroristas, prevenir el fraude documental, detectar a personas que excedan su estadía autorizada y evitar el reingreso ilegal de deportados.
El abogado de inmigración Jeremy Anderson explicó que, aunque la ley migratoria no cambia, la información biométrica se convierte en una herramienta clave para los oficiales. "Si un agente sospecha que estás violando los términos de tu visa, puede acceder a estos datos para fundamentar su investigación", señaló.
Excepción para ciudadanos estadounidensesLa norma no es obligatoria para ciudadanos estadounidenses, quienes pueden optar por el proceso tradicional de revisión manual de documentos. La CBP asegura que las fotografías de los ciudadanos estadounidenses que participan se eliminan en un plazo de 12 horas, mientras que las imágenes de extranjeros pueden conservarse en el sistema oficial de identificación biométrica por hasta 75 años.
Anderson destacó que este proceso ya se venía implementando de manera gradual en varios puntos de entrada. "Cada vez que entras o sales por un aeropuerto, es muy probable que te tomen una foto", indicó.