HIDALGO, Texas.- Un residente de San Antonio, de 37 años, fue enviado a una prisión federal por transportar a 10 inmigrantes ilegales, anunció el fiscal federal Nicholas J. Ganjei a través de un comunicado de prensa.
Jonathan Ray Balderas se declaró culpable el 6 de febrero, según el comunicado difundido por la Fiscalía Sur de Texas.
La jueza federal de distrito en Laredo, Marina García Marmolejo ha ordenado a Balderas cumplir 41 meses en una prisión federal, seguidos de tres años de libertad supervisada. En la audiencia, el tribunal analizó imágenes que muestran el riesgo considerable de muerte o lesiones corporales que Balderas creó al transportar a ocho de los diez extranjeros en la parte trasera abierta de su camioneta, cubierta únicamente por una lona fina.
El tribunal también analizó la pistola cargada encontrada en el cinturón de Balderas y las comunicaciones que indican su participación en otros casos de contrabando.
“El tráfico de personas es un delito federal grave que pone en peligro vidas y amenaza la seguridad de nuestras comunidades”, declaró Craig S. Larrabee, agente especial a cargo de San Antonio del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI). “HSI, en estrecha colaboración con nuestros socios de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., se compromete a desmantelar las redes de tráfico de personas y a responsabilizar a las personas por sus actos. El arresto de Jonathan Balderas y la recuperación de 10 inmigrantes víctimas de tráfico de personas subrayan la importancia de nuestros continuos esfuerzos para combatir esta peligrosa actividad delictiva y llevar a los infractores ante la justicia”.
El 18 de noviembre de 2024, las autoridades observaron la camioneta de Balderas intentando evadir el puesto de control de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. (BP) en el kilómetro 47 de la Interestatal 35. Las autoridades detectaron la silueta de personas dentro del vehículo y procedieron a detenerlo. Al acercarse, observaron zapatos que sobresalían de la lona.
Las autoridades descubrieron a ocho inmigrantes indocumentados en la caja abierta de la camioneta y a dos más escondidos en el interior. Los extranjeros eran ciudadanos de México, El Salvador, Honduras y Guatemala.