Donante republicano sentenciado a 21 años

Un donante republicano convicto por dar regalos, alcohol y dinero a niñas adolescentes a cambio de sexo fue sentenciado el miércoles a 21 años de cárcel por cargos de tráfico sexual

  • MINNEAPOLIS

En marzo, un jurado federal encontró a Anton "Tony" Lazzaro culpable de siete cargos de "actos sexuales comerciales" con cinco niñas de 15 y 16 años en 2020, cuando Lazzaro tenía 30. Los cargos conllevan una pena mínima de 10 años y un máximo de cadena perpetua.

La fiscalía pedía 30 años de cárcel para Lazzaro, a quien comparó con Jeffrey Epstein, el financista que fue arrestado en 2019 y acusado de abusar sexualmente de niñas. La defensa pedía un máximo de 10 años. El juez Patrick Schiltz se fue por el medio.

Lazzaro, quien insiste en su inocencia y califica las acusaciones en su contra como un proceso político, planea apelar la sentencia.

{"quote":""Fue tal como lo esperábamos", dijo el abogado defensor Daniel Gerdts. "Ya lo apelaremos"."}, .


El caso contra Lazzaro iniciado en 2021 provocó una controversia política que llevó a la renuncia de Jennifer Carnahan como presidenta del Partido Republicano de Minnesota.

Otra acusada, Gisela Castro Medina, quien tenía 19 años en ese entonces, era presidenta del club republicano en la Universidad de St. Thomas. Se declaró culpable de dos cargos el año pasado. Testificó contra Lazzaro y será sentenciada en septiembre.

La fiscalía argumentó durante el juicio que Lazzaro contó con la ayuda de Medina, a quien inicialmente le pagó a cambio de sexo, para reclutar a otras adolescentes que debían ser blancas, pequeñas y vulnerables. Solía enviar automóviles para llevar a las niñas a su lujoso penthouse en el Hotel Ivy en Minneapolis, según los fiscales.

Gerdts había argumentado que las acusaciones "lascivas" estaban basadas en alegatos "totalmente infundados". Lazzaro niega haber pagado por sexo y afirma que el gobierno lo persigue por razones políticas y por su dinero.

Carnahan, viuda del representante por Minnesota Jim Hagedorn, renunció la semana pasada luego que se dieron a conocer las acusaciones contra Lazzaro. Ella niega haber sabido de ilegalidad alguna y condenó los presuntos crímenes de Lazzaro. Pero el arresto del donante provocó enojo entre la militancia del partido y surgieron denuncias de que Carnahan creó un ambiente laboral tóxico y usó acuerdos de confidencialidad para obtener el silencio de sus críticos.