- MIAMI
Un empresario que enfrentaba una condena por sobornos ligados a la compañía estatal de petróleo de Venezuela mató a su hijo de tres años antes de suicidarse en un lujoso condominio de Miami, dijo el viernes la policía.
Los cuerpos de José Manuel González Testino, de 53 años, y su hijo fueron encontrados el miércoles en la noche en un condominio del vecindario de Coconut Grove cuando la policía acudió para revisar el apartamento a pedido de un familiar.
El venezolano-estadounidense González Testino controlaba múltiples compañías internacionales con sede en Estados Unidos y en 2019 se había declarado culpable en los tribunales federales del sur de Texas por su papel en una trama de sobornos que involucraron a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sus subsidiarias, de acuerdo con el Departamento de Justicia. Su sentencia estaba prevista para fines de marzo en una corte federal de Houston.
La policía acudió al departamento del vecindario de Coconut Grove a pedido de un familiar del niño que llamó a la línea de emergencias para que fueran a revisar si todo estaba bien, dijo Vega.
No identificó al familiar que hizo la llamada, pero el diario The Miami Herald y numerosos medios locales indicaron que la madre del niño fue la que hizo el llamado después de haber intentado infructuosamente comunicarse con el padre.
La puerta del apartamento estaba cerrada y como la policía no tenía autorización para romperla el familiar lo hizo. Al ingresar encontraron los cuerpos, dijo Vega.
El apartamento está localizado en un lujoso complejo de dos torres de cristal espiralado con vista a la bahía de Biscayne donde las propiedades están valuadas en millones de dólares.
González Testino había sido arrestado en julio de 2018 en el Aeropuerto Internacional de Miami y luego obtuvo la libertad bajo fianza.
CONTROLABA EMPRESASSegún documentos judiciales, el empresario controlaba varias empresas estadounidenses e internacionales que suministraban servicios y productos a PDVSA y junto a otros había sobornado a funcionarios de la petrolera estatal venezolana.
El empresario admitió en los tribunales estadounidenses que pagó cientos de miles de dólares en sobornos para conseguir información y ventajas para sus compañías, incluyendo la adjudicación de contratos.