LAREDO, Texas.- Un ciudadano mexicano, de 36 años, que residía ilegalmente en Laredo, ha sido sentenciado por reingreso ilegal al país y tráfico de personas, anunció el fiscal federal, Nicholas J. Ganjei.
Jesús Hernández-Herrera se declaró culpable el 27 de marzo.
El juez federal de distrito, John Kazen, ha ordenado a Hernández Herrera cumplir 66 meses en una prisión federal. Al no ser ciudadano estadounidense, se espera que enfrente un nuevo proceso de deportación tras su encarcelamiento. En la audiencia, el tribunal escuchó pruebas adicionales que describieron los antecedentes penales de Hernández Herrera, incluyendo un incidente de evasión de arresto en el que condujo su auto hacia un agente federal, casi atropelló a un peatón y participó en una peligrosa persecución vehicular. Al dictar la sentencia, el tribunal señaló que Hernández Herrera no parecía arrepentido de lo que hizo.
Hernández-Herrera también tiene cinco deportaciones previas de los Estados Unidos.
El 10 de diciembre de 2024, una Ford Expedition y un Cadillac circulaban en tándem y se detuvieron en una intersección. Tres presuntos inmigrantes indocumentados se acercaron a los dos vehículos. Hernández Herrera conducía la Expedition.
Las autoridades lo siguieron hasta una residencia en Green Street, donde observaron a presuntos inmigrantes indocumentados salir de la casa y subir al vehículo. Cuando la policía intentó detenerlo, Hernández Herrera huyó y los lideró en una persecución a alta velocidad, sorteando el tráfico denso y alcanzando velocidades de hasta 153 kilómetros por hora.
La persecución terminó cuando Hernández Herrera chocó contra dos vehículos en la avenida Santa María. Él y cuatro inmigrantes indocumentados huyeron a pie. Hernández Herrera se metió en el tráfico que venía en dirección contraria, pero la policía lo detuvo antes de que pudiera cruzar a los carriles en dirección sur de la IH-35.
Hernández Herrera finalmente confesó, admitiendo que había más extranjeros en la residencia de Green Street. Las autoridades descubrieron a otras cuatro personas que se encontraban sin autorización en Estados Unidos y aproximadamente 50.8 kilogramos de marihuana en el lugar.
"El tráfico de personas pone en peligro a nuestra comunidad de muchas maneras, entre ellas, los vuelos vehiculares de alta velocidad como el de este caso, en particular", dijo Ganjei. "Este acusado, con sus cinco deportaciones previas, nunca debería haber estado en este país, pero ahora tendrá la oportunidad de permanecer bajo custodia federal varios años más antes de ser deportado por última vez".
Hernández-Herrera permanecerá bajo custodia en espera de su traslado a una instalación de la Oficina Federal de Prisiones que se determinará en un futuro próximo.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) - Investigaciones de Seguridad Nacional llevó a cabo la investigación con la asistencia del Departamento de Seguridad Pública de Texas y la Patrulla Fronteriza. El fiscal federal adjunto Andrew P. Hakala-Finch procesó el caso.