Ciudad de México
Dos niños de la etnia quiché de Guatemala que dejaron atrás la escuela y la miseria. Una economista y un publicista de Honduras que no encontraban oportunidades.
Un joven albañil de México que iba a ser padre por primera vez y que lo intentó todo para llegar a Estados Unidos.
Fueron 53 vidas las que se apagaron, literalmente, en el interior de un tráiler abandonado a las afueras de San Antonio, Texas, el pasado 27 de junio: 26 mexicanos, 21 guatemaltecos y seis hondureños que murieron por golpes de calor, deshidratación y asfixia.
Los ataudes de los menores, fueron despedidos por sus familiares, al llegar a su país de origen.