Pulgones alados invaden Nueva York

A la vez que fastidian, también fascinan a residentes de la Gran Manzana

NUEVA YORK

Para cuando regresó a su casa después de una corta caminata vespertina, Martin DuPain estaba lleno de pequeños bichos voladores. Los tenía en el pelo, la camisa y la nariz. Cuando estornudó, los insectos salieron volando.

Como si no fuera suficiente el humo proveniente de los incendios forestales en Canadá, la Ciudad de Nueva York ha sido invadida en los últimos días por enjambres de insectos voladores que se han vuelto un fastidio pero también en fuente de fascinación: ¿Qué son? ¿De dónde vienen? ¿Se irán alguna vez? ¿Otra indeseable exportación canadiense?

Al principio, DuPain, que vive en Queens, pensó que era ceniza arrastrada por el viento, pero pronto se dio cuenta de que se trataba de otra cosa. Algunos estaban vivos y volaban. Rápidamente se metió en la ducha.

Cuando cruzaban entre nubes de insectos, algunas personas intentaban sacudírselos con las manos. Otros se cubrían la boca y la nariz, y algunos utilizaron mascarillas para salir de casa.

El profesor David Lohman, entomólogo en la City University de Nueva York, no había visto los insectos, pero concluyó a partir de fotos y videos difundidos en redes sociales que eran pulgones alados, no mosquitos como decían algunos aficionados.

Los pulgones son comunes en todo Estados Unidos, incluso en la Ciudad de Nueva York. Son insectos pequeños en forma de pera y los hay de muchos colores: desde verde, rojo y amarillo hasta negro, marrón y gris.

Aunque no es un experto en pulgones, Lohman dijo que los enjambres son poco comunes, porque los áfidos no suelen surgir en la Ciudad de Nueva York sino hasta después del verano. Su teoría es que las temperaturas calientes de invierno quizá hayan alterado su reloj biológico.

El viernes, Lohman buscó expertos en pulgones que pudieran decir algo.

"Los pulgones se la pasan volando durante el ciclo de crecimiento", escribió Natalie Hernandez, especialista en áfidos, en un correo electrónico dirigido a Lohman. "Si una colonia es demasiado grande, demasiado densa, producirá individuos alados para que se dispersen".

Los incendios forestales en Canadá y las temperaturas extremas "también podrían estar afectándolos", agregó.

Esa teoría pareció convincente para Andy Jensen, otro investigador de áfidos.

"El humo quizá está permitiendo una abundancia de áfidos durante el verano por más tiempo de lo normal", dijo Jensen. "Muchos áfidos lentifican o paran su reproducción durante el calor del verano.

Cualquiera que sea la causa, el Departamento de Salud Pública de la ciudad ha dicho que no hay nada de qué alarmarse.

"Si bien esto puede ser molesto, estos insectos no representan un riesgo conocido para la salud pública", dijo el departamento en un comunicado el viernes. "Estamos investigando estos insectos y compartiremos cualquier información sanitaria importante".