WASHINGTON.- Cuando se reunió con los legisladores esta semana para lamentar la muerte de Charlie Kirk, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, resumió el dolor y el miedo generalizado que muchos sienten en el Capitolio.
“Para muchos de nosotros, ha sido como si el suelo se hubiera sacudido”, expresó Johnson.
El asesinato de Kirk, el destacado activista conservador y fundador de Turning Point USA, ha inquietado a los legisladores de ambos partidos, amplificando sus preocupaciones de larga data sobre la seguridad en un acalorado clima político donde las amenazas contra rivales políticos y los llamados a la violencia se han vuelto alarmantemente comunes.
Ante esas preocupaciones, el líder de la mayoría del Senado, John Thune, logró el jueves por la noche la aprobación unánime de una medida que permitirá que los senadores empleen dinero designado para sus oficinas y personal con fines de seguridad. Los miembros de la Cámara también presionan para aumentar los fondos en ese rubro.
Todo esto forma parte de un importante cambio para los legisladores, que sienten cada vez más que su participación en la vida pública requiere el mismo tipo de medidas de seguridad que durante mucho tiempo se han reservado para el presidente y los miembros del gabinete.
“Hace unos años, la gente decía: ‘Sí, entiendo que hay un riesgo’. Pero ahora es diferente. Nuestras familias vienen a nosotros y dicen: ‘Bien, ¿qué vamos a hacer?’ Nuestro personal viene a nosotros y dice: ‘¿Qué vamos a hacer?’”, comentó el senador republicano James Lankford.
¿Qué seguridad tienen los legisladores?
A diferencia del presidente y otros altos funcionarios del poder ejecutivo, los legisladores de base no suelen estar acompañados por agentes de seguridad cuando están fuera del Capitolio, custodiado por la Policía del Capitolio de Estados Unidos. Algunos miembros del Congreso cuentan con seguridad privada que pagan con fondos privados o de campaña.
“Los miembros del Congreso reciben mucha menos seguridad que muchos de los funcionarios locales o jueces de sus estados”, dijo el representante demócrata de Texas, Greg Casar. “A menudo, hemos sido los menos seguros”.
Afirmó que “la violencia política está destinada a silenciarnos. Y no podemos ser silenciados por el bien de la democracia. Y por eso, creo que es clave proporcionar algún nivel de seguridad a nuestros miembros”.
El número de casos de evaluación de amenazas manejados por la Policía del Capitolio ha crecido constantemente en los últimos cuatro años. El departamento dice que rastreó más de 9.000 casos de amenazas reportadas en 2024 y está en vías de manejar aproximadamente 14.000 para fin de año.
Presión para aumentar los fondos de seguridad
“Es un asunto de seguridad nacional. Es un gran problema y lo tomamos muy en serio”, dijo la representante de Florida, Anna Paulina Luna, quien formaba parte de un grupo de legisladores republicanos que se reunió con Johnson varias veces esta semana para presionar por más dinero de seguridad en un paquete de financiación para el gobierno federal.
Luna dijo que muchos de los legisladores han enfrentado amenazas de seguridad, hacia ellos mismos o sus seres queridos, las cuales son objeto de investigaciones policiales. Los legisladores afirman que ahora enfrentan rutinariamente amenazas de muerte, falsas llamadas de alarma, amenazas de bomba y vandalismo en sus oficinas.
“Lo hemos necesitado”, dijo Luna. “El hecho de que haya tenido que suceder esto para abordar el tema me parece una locura, pero hay que tratarlo”.
El proyecto de ley de financiación gubernamental aprobado el viernes por la Cámara, controlada por los republicanos, añadiría alrededor de 88 millones de dólares en fondos de seguridad para legisladores y miembros de la Corte Suprema y el poder ejecutivo.
TRABAJAR CON LAS FUERZAS DEL ORDEN
Los legisladores dijeron que suelen coordinarse con las agencias de seguridad de sus distritos para que haya agentes en eventos locales, pero a menudo se sienten vulnerables mientras viajan entre sus distritos de origen y Washington.
La representante Debbie Wasserman Schultz, pide un plan de seguridad “integral” para todos los miembros de la Cámara, que incluiría personal de seguridad que viajaría con los legisladores.
Dijo que, en el pasado, había dudado en aumentar la seguridad porque pone una barrera entre ella y los electores. Pero los recientes asesinatos de figuras políticas de alto perfil, así como el atentado contra su amiga, la entonces representante Gabby Giffords, en 2011, la han convencido de que la protección es necesaria.