Tequila refina su imagen de trago

Su producción requiere tiempo y experiencia

El tequila a menudo provoca sensaciones fuertes.

“Disculpe que le recuerde los tequilas de mala calidad del pasado”, bromea Antonio Rodríguez, director de producción de Patrón Tequila. “No podemos ignorar el hecho de que en el pasado los tequilas no eran tan buenos como los de ahora”.

Deano Moncrieffe, fundador del tequila London y del bar de mezcal Hacha, dice que “la gente siempre atribuye al tequila una mala resaca, cuando lo más probable es que hayan estado bebiendo vino y cerveza, después champagne y, en cierto momento, a las dos o tres de la mañana, alguien dijo ‘tomemos tequila’”.

Y Steffin Oghene, vicepresidente de ventas globales de El Tequileño Tequila, admite que el tequila tiene fama de bebida “para emborracharse” en una fiesta.

Sin embargo, acota, “en los últimos diez años nos hemos esforzado por educar a la gente y hacerle entender que el tequila no es un trago para emborracharse. Es una bebida compleja”, cuya producción requiere tiempo y experiencia.

ESFUERZOS DAN RESULTADO

Estos esfuerzos parecen estar dando resultados. El tequila es una de las bebidas de crecimiento más rápido en Estados Unidos, donde su consumo aumentó un 40% en los últimos cinco años, de acuerdo con International Wine and Spirits Research (IWSR).