Tras los días lluviosos registrados recientemente en la ciudad, las lavanderías han reportado un notable incremento en la afluencia de clientes que acuden a lavar y secar sus prendas.
La imposibilidad de utilizar tendederos en los hogares debido a la constante humedad ha llevado a muchas familias a recurrir a estos negocios como la alternativa más práctica.
Martín Reyna, empleado de una lavandería local, comentó que la semana pasada la demanda se mantuvo alta y que esperan que esta semana continúe la misma tendencia.
“La gente viene principalmente a secar su ropa porque en casa no se puede, con tanta lluvia es muy complicado”, explicó.