Persona mayor que sufre discapacidad, teme terminar en la calle, luego de que su propio hermano lo demanda para desalojarlo.
Sergio Reyes Doria, es un paciente que sufre limitaciones físicas a causa de las amputación de su pierna derecha.
El proceso de desalojo, aún no se ejecuta, pero la víctima, quien no tiene los recursos para defenderse, ya fue apercibida.
Ahora a manos de su sangre, vive una verdadera tragedia familiar, la cual sacude a los vecinos de la colonia La Paz, donde Sergio Reyes Doria, un hombre discapacitado que se gana la vida cantando en la vía pública, clama desesperado por ayuda:
“¡su propio hermano quiere despojarlo de la casa donde ha vivido por más de tres décadas!”, dijo Angélica Cruz, amiga de don Sergio, quien ha sido su único apoyo.
La vivienda, ubicada en la calle Aldama 211, fue heredada por su madre, quien falleció hace apenas dos años. Sin embargo, lo que debió unir a la familia terminó en una pesadilla.
José Reyes Doria, hermano de Sergio y ministro religioso, lo denunció con tal de sacarlo a la calle, sin importarle su condición ni el lazo de sangre que los une.
Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada, don Sergio lanzó una súplica:
“Mi hermano José predica la palabra de Dios, pero conmigo no tiene compasión. A toda costa busca sacarme de mi casa, la misma que habité con mi madre. No sé qué será de mí si lo logra”.
Postrado en una silla de ruedas, con una extremidad menos y sobreviviendo de lo poco que gana al cantar en plazas y calles, don Sergio asegura que no tiene otra forma de subsistir.
Hoy su mayor angustia es perder el techo que lo resguarda, pues sin apoyo quedaría a la deriva, en el abandono y la calle. Desesperado, pide ayuda a la ciudadanía para poder contratar un abogado que lo defienda en esta batalla legal.
“Yo no pido lujos, sólo quiero un lugar digno donde vivir… pero mi propio hermano quiere verme en la calle”, señaló con profundo dolor.
Vecinos no salen de la indignación al conocer este caso, pues consideran que José, quien se dice hombre de fe, ha olvidado la piedad y busca a toda costa dejar en la indefensión a su hermano discapacitado.
La historia de don Sergio es un grito de auxilio, un llamado a la solidaridad para que la justicia no le dé la espalda a un hombre que lo único que desea es conservar el techo bajo el cual ha construido su vida.